La mamá de Maxi - Relatos Eróticos

La mamá de Maxi

Hola, soy Daniel, adolescente de 17 años, normalmente ando para todos lados con Jorge y Maximiliano que son mis mejores amigos. Nos conocemos desde que íbamos a 1er grado de la primaria. 
Ya hace unos años que venimos realizando reuniones en nuestras casas para juntar algo de dinero para el viaje de egresados. Hago esta introducción para llegar al día que jamás se borrará de mí cabeza. 
Todo ocurrió en casa de Maxi, dónde estábamos hablando de temas relacionados a nuestro estudio, fue entonces que su mamá ( que es viuda, de unos 43 años ) se acercó para darnos la merienda. Estábamos sentados en el sillón del living con nuestros útiles apoyados en la mesa ratona. Traía una bandeja con tres tazas de chocolatada y unas galletitas dulces, en ese momento se agacha para apoyar la bandeja sobre la mesa y no pude evitar ver cómo sus dos enorme tetas se escapaban de su escote, mis ojos salieron de órbita, rápidamente miré hacia otro lugar para evitar poner incómodo a Maxi que no se había percatado de ésto. Por mí cabeza rebotaba esa imagen tan hermosa, sentí en un momento que se empezaba a parar la pija, entonces me levanté y me fui al baño, obviamente a pajearme. Al entrar ya tenía la pija a punto de explotar, así que la jale unas cuantas veces y me vine con todo, hasta llegué a exclamar un gemido. En esos siento que golpean la puerta.
Daniii, estás bien?
Era Laura, la mamá de Maxi. 
Si Laura estoy bien, sólo con un poco de dolor de estómago.
Fue lo único que se me ocurrió ...

... decir.
Decime si necesitas algo. Estoy en la cocina por cualquier cosa…
Ok. Gracias Laura!
Me lavé la pija y Salí, pasé por la cocina para agradecer a Laura por su preocupación, y a la vez para mírale otra vez esas tetazas que jamás había prestado atención.
Laura, permiso, ya estoy un poco mejor. Gracias por preocuparte.
No me agradezcas, soy como tu madre. Ella haría lo mismo por Maxi.
me quedé hablando un poco con ella de mí familia y otros asuntos.
Dani, mientras hablamos me ayudas a guardar estas cosas en la alacena? 
Por supuesto, dónde las coloco?
No, esperá que busco la escalerita así ya me subo y vos me las pasas, yo me encargo de ubicarlas dónde corresponden.
Genial!!
Trajo la escalera, subió y ….esta vez al levantar sus brazos pude ver cómo su remera que era holgada dejaba ver nuevamente sus melones que por cierto los mantenían agarrados un lindo brasier blanco, está vez no tuve pudor y los miré todo el tiempo que pude. Nuevamente mí pija estaba a mil, encima yo con un pantalón deportivo que se marcaba todo. Al bajar se da vuelta para agradecerme y me ve el empalme que tenía y trató de disimular…
Gracias Dani, me diste una mano bárbara, sola no hubiera podido.
De nada Laura, si necesitas algo más me decís.
En eso se acerca para darme un beso de agradecimiento y sus tetas se apoyan sobre mí pecho, mí corazón se aceleró a mil y sentí un chorro de leche escapar de mí pija como misil, acompañado de varios más, me que de abrazándola hasta que largué la última ...