La gata y la perra - Relatos Eróticos

La gata y la perra

Perspectiva desde primera persona.
Te adentras en el museo, cautelosa, buscando la fuente del problema. Escuchas un ruido en una de las galerías y te diriges hacia allí. Al entrar, encuentras a un ladrón intentando llevarse una valiosa obra de arte. 
Intentas detener a la mujer, pero ella es astuta y logra escapar de tus manos. Sin embargo, sabes que no puede ir demasiado lejos con el diamante, así que decides seguir su pista. La encuentras escondida en el baño de la primera planta, tratando de ocultar el diamante en su ropa interior. 
La mujer en traje negro se pone en posición de lucha, lista para defenderse. Tu adrenalina aumenta mientras piensas en tu próxima acción. 
La mujer en traje negro aprovecha que estás intentando ser pacífica y en un ataque sorpresa pone sus manos sobre tus senos y te acorrala contra la pared. Puedes sentir su respiración en tu cuello mientras te dice que no vas a poder atraparla y que tienes dos opciones: unirte a sus crímenes o salir del baño sin el diamante. 
Aprovechando su destreza, la mujer en traje negro te embiste por detrás y te pone esposas, dejándote inmovilizada. Intentas liberarte con tu Super fuerza, pero las esposas son de alta calidad y no ceden ante tus intentos. La ladrona se ríe y toma el diamante de tu bolsillo. 
A pesar de tus intentos, no puedes liberarte de las esposas. La mujer se acerca y te toca los senos, comentando su atractivo. De repente, sientes como te roza con su pubis y puedes percibir su excitación. Te ...

... dice que no es la política del grupo hacer daño a los inocentes, y que, si cooperas, podrás unirte a ellos, de lo contrario tendrán que eliminarte para que no los descubran. 
La mujer te tapa la boca con una tela y comienza a empujarte, llevándote hacia la atracción en la que robó el diamante. Durante el camino, te dice obscenidades y te toca de manera inapropiada, dejando claro que no tiene intención de abandonarte. Finalmente, llegan a la atracción y la ladrona saca el diamante. 
Al ver la silla de madera en la atracción, la mujer te ordena que te sientes, y luego saca cuerdas de su mochila para atarte firmemente a la silla. No puedes moverte y te sientes completamente a merced de ella. La mujer saca el diamante y comienza a acariciarlo, mientras te mira con una sonrisa perversa. 
La mujer se acerca a ti y comienza a tocarte los senos de nuevo. Mientras tanto, te dice que en otra situación te hubiera dejado ir, pero que al ver tu cuerpo se enamoró. Puedes sentir su excitación mientras te acaricia, pero también sabes que está involucrada en actividades criminales y que no podrás confiar en ella. 
A pesar de tus intentos, no puedes liberarte de la silla. La mujer nota tu frustración y te dice que necesitas relajarte. De su mochila saca un vibrador y lo enciende, acariciándolo sobre tus muslos. Te dice que te calmes mientras te acaricia el clítoris con el vibrador. A medida que te estimula, comienzas a sentir tus pezones endurecerse y te das cuenta de que estás excitada. 
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