La gata y la perra - Relatos Eróticos

La gata y la perra

... pesar de tus intentos de liberarte, el vibrador que la ladrona está usando produce una sensación extremadamente placentera que te deja debilitada e incapaz de moverte. Mientras tanto, notas que la mujer tiene el diamante en la mano y está frotándoselo. Puedes sentir el placer que la está provocando y te das cuenta de que está eventualmente llegando a su clímax. 
La ladrona parece notar tus gemidos y te dice que iba a negarte el orgasmo, pero en vista de que éste será tu primer orgasmo, desea verlo. Sigue estimulando tu clítoris con el vibrador, haciéndote gemir cada vez más fuerte mientras mueves tus caderas en busca de más estimulación. Finalmente, llegas al clímax y tienes un intenso orgasmo mientras te retuerces en la silla. 
Después de haberte dejado tener tu orgasmo, la ladrona te explica que su plan era robar el diamante, pero que disfrutó mucho del tiempo contigo, hasta el punto en que ella también tuvo un orgasmo. Decide no robar el diamante esta vez, pero en su lugar, saca una pinza y te la coloca en el pezón. Te hace gemir de dolor al sujetarla con el diamante y te dice que todos los visitantes del museo quedarán sorprendidos al ver la nueva exhibición en el visitante del día siguiente. Con una sonrisa pícara, la ladrona se va después de darte un beso y dejarte atada a la silla.
Finalmente, logras liberarte después de un tiempo y te quitas la pinza que te colocó la ladrona. Sientes dolor mientras lo haces, gemido alivio. La situación te ...

... avergüenza y decides dejar el diamante en su lugar, intentando limpiar todo lo que pueda para que el museo no detecte su ausencia. Mientras lo estás haciendo, te das cuenta de que tus pantalones están mojados y te avergüenza aún más. 
A pesar de la decepción que sientes al haber sido derrotada por la ladrona, decides irte del lugar. Antes de irte, borras los videos de las cámaras de seguridad para que nadie te vea en esa situación. Mientras lo haces, te sientes un poco más confiada sabiendo que al menos algunos de los registros de ese incómodo momento han quedado eliminados. Después de borrar los registros, sales del lugar con la cabeza agachada, dándote cuenta de que fue una lección valiosa y no ocurra de nuevo.
Mientras sales por la puerta, te encuentras con una nota que dice que, si quieres volver a tener un orgasmo como el que acabas de tener, dejes que te atrapen de nuevo, firmado por "tu nueva ama". Al ver esto, decides romper la nota y salir volando de inmediato. Sin embargo, no te das cuenta de que la ladrona estaba observándote desde las sombras, registrando todo lo que acabas de hacer. Ahora, ella parece tener algún tipo de interés en ti. 
Llegas a tu apartamento y te quitas tu traje de heroína exhausta. Te acuestas en la cama y te duermes casi de inmediato. Tu mente sigue procesando todo lo que acaba de suceder y te das cuenta de que debes ser más cuidadosa la próxima vez. Mientras te imaginas lo que vendrá después, finalmente te duermes en paz.