CAMILA - UN DÍA DE LUJURIA - ANAL, ZOOFILIA, MADUROS - Relatos Eróticos

CAMILA - UN DÍA DE LUJURIA - ANAL, ZOOFILIA, MADUROS

A mis 38 años, sin ninguna intensión de tener nada serio con ninguna persona, sigo manteniendo mi cuerpo como corresponde, solo me hice levantar un poco las tetas, que, al ser grandes por naturaleza, ya se me cayeron un poco. No tuve un bebé pero cientos de hombres ya me lo succionaron bastante, así que también influyo eso.
Pero también tuve que cambiar mis gustos, ya los veteranos que me cogen están muy viejos y cansados. Yo sigo siendo una hembra super activa que no se conforma con dos o tres polvos. Solo me interesa tener buenos machos que resistan y tengas buenas vergas.
Empecé a relacionarme con pendejos, siempre y cuando sean pijudos. Otro de mis grandes aciertos, me reencontré con Cachito y su hermosa verga de caballo. Y obvio que lo tengo trabajando para mí, disponible las 24 hs. para que me taladre el culo hasta dejarlo ardido. Sus huevos siguen siendo dos tanques de leche que parecen no acabarse nunca. Otro disfrute que tengo es chupar vergas, que lo dejo para los veteranos, que se quedan conforme con eso. 
Antes de las vacaciones, tuve como 10 días super intensos con el sexo, con mis diferentes machos. Esto gracias que a fin de año estábamos muy bien organizados con el trabajo y estaba todo más relajado. Pero mi calentura no paraba y estaba en busca de más.
Me levanté temprano después de una noche abotonada con mis perros, ya que Cachito regresaría ese día por la tarde y estaba deseosa de un desayuno de verga. Me  fuí al quiosco a ver al viejo Fausto antes ...

... de que abriera su local para darle una buena mamada de buenos días. Sus dos sobrinos eran mis machos temporales por lo que si estaba alguno despierto ya me daba una culiada. Ricardo, un oso de dos metros y como 200 kg. tenía la verga acorde a su tamaño, gruesa y venosa, incluso más gruesa que la de Cachito; el otro la tenía gruesa, pero más corta. Les avise que iba así que me estaban esperando don Fausto y Juan.
Vestida acorde a la ocasión, con un vestido corto deportivo y sin ropa interior, dejaban ver claramente mis pezones erectos, mientras mis nalgas super paradas sacudían el tableado del vestido. Ellos me esperaban en el pequeño sofá de la sala de estar, ambos desnudos y con sus vergas tiesas lista para la acción, cuando dejo mi bolso sobre la mesa veo el blíster de la pastilla azul que se había tomado el viejo, íbamos a tener mucha acción. Me recuesto sobre las piernas de Juan para chuparle un poco su pija y dejé que el viejo se deleitara con mi vagina y culo que los empezó a lamer con lujuria. Me incorporé y me arrodille frente a él para empezar a mamarle la verga mientras me mantenía a 4 para que Juan me penetre. Lo hizo duro desde el primer momento, me hacía entrar toda la verga del viejo en la boca con cada embestida, duro, rápido y profundo. A eso le puse el extra de mi lengua para hacer que el viejo se viniera junto a mí.
Después de tragarme toda su leche y dejar limpia su verga, me monté sobre la verga del viejo y le entregué mis tetas para que las disfrute ...