Roxana enloquecida por un gran bulto
Fecha: 06/10/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
... quiere nos encontramos en algún sitio y vamos juntos”. Yo no pude creer que estuviese pasando eso ya que era mucho mejor ir a su casa que verlo en el negocio, por lo cual, casi sin pensarlo, le dije que bueno y arreglamos encontrarnos en la estación Paso del Rey a las 10 de la mañana.
Ese sábado yo estaba en la estación cuando llegó el tren y vi bajar a Rubén quien después de saludarme me indicó que subiésemos al colectivo 501 ramal 2; yo le indiqué que subiese él primero ya que de esa forma vería de cuanto sacaba el boleto y yo haría lo mismo, pero galantemente, me dijo que subiese yo y me sentase que él sacaría pasaje para ambos; lo hice y cuando Rubén se sentó a mi lado comenzó la siguiente conversación:
· Bueno, en 10 minutos llegamos.
· Que suerte, espero que este mejor.
· Sí estará bien, ya anoche cuando hablamos me dijo que estaba bien.
· ¿Le comentó que yo vendría?
· Sí y se extrañó porque dice que no la conoce.
· Es cierto no nos conocemos, solo lo he visto en el tren pero me parece simpático.
Y riéndose me pregunta:
· ¿Te parece simpático o que tiene un gran paquete?
Los colores debieron subirme a la cara al verme descubierta, por lo que riendo agregó:
· Tiene una verga monstruosa, pero no te entrará a pesar que vos tenes un cuerpo maravilloso y tu corta y ajustada pollera deja poco para la imaginación.
Tuve deseos de bajarme pero al recordar su paquete me contuve y riendo le pregunté si tanto se notaba que quería verla y, de ...
... ser posible, usar esa pija que me imaginaba tendría, a lo que me contestó con un escueto ¡Sí! Ahí terminó nuestra charla porque ya debíamos bajar.
Su casa estaba justo en la parada del colectivo por lo que no volvimos a intercambiar palabras.
Cuando Daniel abrió, mis ojos no pudieron no ir a ver su entrepierna y toparse con ese gran paquete que allí había. Daniel hizo como que no se dio cuenta pero Rubén, acercándose a mi oído me dijo: “Viste que grande, no te va a entrar”, para luego dirigiéndose a Daniel, decirle: “Bueno ya llegamos, ella es Roxana”, y riéndose agregó: “Me acompañó porque estaba preocupada por tu salud, ¿pasamos?”
Daniel se hizo a un costado y nos hizo ademan de pasar. Su casa era linda y por lo que se veía de afuera amplia. Entramos y nos encontramos en un living, nos hizo sentar y nos ofreció beber algo. Acepté un café igual que Rubén; Daniel lo hizo, lo trajo y luego que lo tomamos Rubén le dijo: “Bueno Daniel, déjate de joder dando vueltas que Roxana no vino a tomar café u otra boludez, vino a ver ese monstruo deforme que tenes entre las piernas, mostraselo así sabe porque le digo que no le va a entrar”.
Daniel me miró y al ver la cara de felicidad que puse al oírlo hablar así a Rubén, se paró y comenzó a bajarse los pantalones que, quedaron en sus tobillos, y luego se bajó el calzoncillo, mi vista en ningún momento se apartó del bulto que claramente se le veía debajo del calzoncillo, y no bien vi lo que tenía comprendí el porqué de semejante ...