1. Sexo en la vieja hidroeléctrica −2− Mediado septiembre


    Fecha: 08/10/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: superrapado, Fuente: CuentoRelatos

    En el local donde radica el puesto de mando de la Policía Rural. Media tarde.
    
    El administrativo está sentado frente al uniformado; este, ataviado con una camisa de verano reglamentaria, enseña sus brazos robustos de anchas muñecas.
    
    Una mesa de trabajo les separa mientras conversan.
    
    -Me he cruzado con su esposa. La he visto crispada, con facciones de disgusto. ¿Algún problema?
    
    -Cosas del matrimonio.
    
    -¿Tensión en la alcoba?
    
    -Nada que un buen polvo no pueda solucionar.
    
    -Pues, si me lo permite, le diré que su esposa tenía cara de estar jodida que no follada.
    
    -Debería de abrir un gabinete de consultas matrimoniales.
    
    -Me falta experiencia. Lo mío, ya sabe, es sólo chingar y chingar sin vicisitudes molestas.
    
    -Ha venido soez.
    
    -Es a causa del síndrome de abstinencia.
    
    -¿Sexo escaso?
    
    -Dominó ausente. Necesito sentirme apabullado por usted y su juego caníbal.
    
    -Ya le dije las condiciones. ¿Las ha cumplido?
    
    -No hasta la fecha. Verá: en cuanto me siento a solas y en la oscuridad con quien usted sabe, el deseo me puede y no me sale la negativa.
    
    -¿Alguna solución?
    
    -No se me ocurre ninguna.
    
    -¿Sabe lo que eso significa?
    
    -El destierro de su compañía. Y no gozar del favor de la autoridad.
    
    El agente se pone serio:
    
    -Menudencias.
    
    -¿Qué me oculta?
    
    -Clasificado.
    
    Los dos hombres se miden.
    
    -¿Por qué está disgustada su esposa? Cuéntemelo y le prometo que buscaré una solución a mi debilidad frente a mi contacto.
    
    El rural, ...
    ... después de unos segundos jugueteando con un bolígrafo, se sincera:
    
    -Lo intenté.
    
    -¿Qué intentó?
    
    -La felación hasta sus últimas consecuencias.
    
    -¿Con su esposa?
    
    -Evidente.
    
    -¿Le rechazó?
    
    -Se lo impuse.
    
    En la cara del administrativo se abre una curiosidad malsana.
    
    -No debería de escuchar nada de todo esto. Pero deme detalles.
    
    -Usted tuvo la culpa -contesta el representante de la autoridad con dedo acusador- Metió ese demonio en mi cuerpo.
    
    -Yo sólo dije que no concibo el sexo oral de otra manera.
    
    -Me habló de sus fantasías conmigo.
    
    -Porque las tengo.
    
    -Pues guárdelas y no las comparta. Aunque ya es tarde. El daño ya se ha causado. La obligué y el gozo que experimenté trae amarga resaca.
    
    -¿Se siente culpable?
    
    -¿Culpable?¡Lo que necesito es más! ¡Fue una verdadera maravilla!
    
    Pero mi matrimonio corre peligro como insista por esa senda.
    
    -¿Tan “desagradable” fue?
    
    -Ella me dijo “ven cariño, ponla aquí, entre mis pechos”. Lo habitual cuando quiere complacerme porque me va a pedir que nos gastemos el dinero en alguna estupidez para el hogar; unas cortinas, por ejemplo, porque su hermana se ha comprado unas nuevas y ella no va a ser menos...
    
    -Descorra las cortinas y vaya al grano.
    
    El agente ha bajado las manos hasta su entrepierna. Parece que se esté manoseando mientras evoca el suceso.
    
    -Puse mi sexo en el lugar indicado de su abundante anatomía. Pero una vez allí su boca me llamó, por así decirlo. Y en mi mente no escuchaba más que ...
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