No dejemos de jugar - Relatos Eróticos

No dejemos de jugar

... masturbador meneandolo arriba y abajo con mas fuerza que otras veces, impactando fuerte contra los testículos cada vez que bajaba, no le importaba hacerle daño ni escuchar los chillidos de su amante, merecía un castigo severo.

Por inercia o por resistir más el dolor arqueó su espalda poniendo sus pezones muy alcance de Takeru, este ni desaprovechó la oportunidad, lamió los dos, mordisqueó el pecho y lamió y mordió el esternon que estaba perlado en sudor, todo mientras lo meneaba de arriba a abajo, a Daisuke se le cortaba la respiración a momentos, fuerte e intenso y sobre todo salvaje.

—Gime más... Quiero correrme..quiero manchar esta cama de semen por tu culpa -más meneo, más tortura, aquellas manos no querían parar y esos gemidos llenos de torturan eran muy estimulantes.

—Mirame querido, sudemos juntos, sudemos, ¿te gusta?? Le miraba de la forma más pervertida posible, lo justo para hacer eyacular a Daisuke cada vez más y más.

La energí era total en esos cuerpos, pedían una fusión, el rostro salvaje de Takeru y su éxtasis le hacian correrse ya, así que dejó de menearlo haciendo descansar a su mano y le dijo muy agitado.

—Quiero correrme ahora mismo y que sea junto a tí -Acto seguido levantó un poco aquel pene con funda masturbadora y metió el suyo dentro, ahora eran dos penes a punto de explotar dentro de una superficie pequeña, Takeru quedó arriba de Daisuke y él abajo.

—Mira que duro estoy -Restregó su pene y todo su cuerpo encima del pene de Daisuke ...

... alternando con movimientos de cadera hipnotizantes, sus manos agarraron la superficie cristalina y meneó mezclando la friffción de ambos penes.

-—Aaaaaa mmmmmmmm no puedo...!!!!

—Sudo junto a tí ¿no es maravilloso este infiermo dentro de este paraiso que me ofreces?? Aaaahh no quiero parar esto es la gloria.

A cada fricción y empuje mezclando el semen que salia de los dos penes apretujados como en una jaula pequeña, Daisuke se movia de manera bestial entre las sabanas, otra tortura placentera de la que no podia escapar. Sus manos seguían agarradas a las sabanas, apretando sus manos contra ella, ese era su manera de agarrar, moverse como si estuviera en un exorcismo o en caso de eso no ser suficiente para él, morderse alguna parte del cuerpo como los brazos o las manos, él era asi de salvaje, más cuando sintió el semen de Takeru llenando su pene y mojando toda la superficie, eso eataba ya caliente y mojado, a cada roce que hiciera Takeru, Daisuke veía las estrellas, ademas era él quien peovocaba el movimiento olacentero. Se movia tanto que acabó en el filo de la cama rendido con su cabeza fuera de la cama, sus costillas y todos sus huesos eran visibles, eso para Takeru era aún más erotico y sexual, no se pribó de lamer cada hueso y hacer un camino por sus dedos en cada hueso, lo cual hacia tener a Daiauke espasmos seguido de más eyaculación, era un no parar de corridas.

La adredalina subia, las ganas de follarse a Daisuke tambien y como no quería parar, sacó su pene ...