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Mi tía Mari y yo, su sobrino favorito
Fecha: 09/10/2018, Categorías: Gays Autor: Ser39, Fuente: CuentoRelatos
Os voy a contar otra historia real. Begoña, mi vecina y ahora mi tía. Suena tópico pero es real. Me vuelven loco las mujeres maduras y siempre lo he intentado con las más cercanas, mi tía entre ellas. La relación con mi tía Mari siempre ha sido muy especial, ha sido mi favorita y yo su sobrino preferido. Todo esto ha conllevado una confianza total y un gran respeto que nunca hemos perdido, ni después de lo que os voy a contar. Como sabéis siempre me han gustado las mujeres maduras y por supuesto mí tía ha sido una de ellas. Ella y mi tío no han podido tener hijos. Desde niño me ha mimado más que a sus otros sobrinos y con el paso de los años eso sigue así. Hoy día yo la mimo a ella. Mi tío siempre ha sido un vividor y mi tía una currante. Es la hermana de mi madre y mi tía favorita. Ella estaba casada con mi tío, un tío muy cachondo y vividor que no trabajaba. Mi tía tiene, y digo tiene porque hoy día sigo disfrutando de ellas, unas tetazas increíbles. Tetas que a mí adolescencia no pasaban desapercibidas y hoy día tampoco. Somos una familia humilde y de apariencia normal, y digo de apariencia normal porque jamás pensé que esto que os voy a contar fuera a pasar. Mi tía siempre me ha querido más que a sus otros sobrinos y siempre me lo ha demostrado y hecho saber. Tanto cariño por su parte consiguió que con el paso de los años yo empecé a verla de otra manera. Mi tía me ponía cachondo, muy cachondo y quería follármela. Sus enormes tetas y su trato ...
... hacia mí me ponía mucho y aprovechando esa confianza le pedía las llaves de su casa mientras ella trabajaba con mi madre y subía a su casa a pajearme con sus sujetadores corriéndome en ellos sin cortarme. Ella por supuesto que se había dado cuenta de eso y cuando iba a verla empezó a mostrarme más sus tetas, yo que tampoco me cortaba al saludarla la apretaba contra mí para sentir esos pechos contra mi cuerpo. Entre calentura y calentura pasó el tiempo sin decir nada hasta que un día ella me dio las llaves de su casa para subir al baño sabiendo que yo iba a pajearme con uno de sus sujetadores y subió detrás de mí para pillarme. Entró sigilosamente y me observó con ganas de pillarme y recriminarme lo que estaba haciendo pero no fue así. Vio lo cachonda que estaba y me dejó hacer… Mi tía se puso cachonda conmigo, su sobrino de 18 añitos pajeándose pensando en ella. Ella empezó a acariciar su coño mientras me miraba y se corrió soltando un gemido. ‘Aaahh!! Siiii!!’ Cuando oí ese gemido y supe que ella estaba ahí me corrí en su sujetador gritando. ‘Siii!! Tiiaaa!! Síii’. Oí como se iba y bajé detrás a la tienda a devolverle la llave, me miró con cara de complicidad y me guiñó un ojo. Buuuff!! Los dos sabíamos lo que había pasado y solo había que buscar el momento. El momento no tardó, esa misma tarde mi tía llamo a casa y le dijo a mi madre a ver si podía ir a sintonizar la TV que había perdido los canales. Mi madre me mandó y yo fui a su casa nervioso. Al ...