1. Mis machos del campo: La sorpresa


    Fecha: 10/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: chabelita, Fuente: CuentoRelatos

    Carlos llego a casa con cara de circunstancia y me entregó un sobre que traía en la mano, me pidió que lo abra, en principio me asuste un poco hasta que vi lo que había adentro, un paquete de vacaciones de quince días en el Caribe!! Nunca había viajado al exterior y jamás en mi vida había subido a un avión. Fueron días cargados de ansiedad y preparativos, hasta que llegó el gran día. Carlos era un viajero experimentado, pero así y todo seguía teniendo terror a volar de manera que antes de abordar el avión tomo una pastilla para dormir y a los pocos minutos del despegue ya estaba casi dormido. Yo no quería perder detalle, mi asiento era el del medio en la línea de tres, un señor de unos 45 a 50 años estaba del lado de la ventanilla, yo al medio y Carlos en el pasillo, al despegar desde Ezeiza el espectáculo de las luces de Buenos aires era maravilloso, el hombre al lado de la ventanilla observando mi cara de asombro me ofreció su asiento, cosa que acepte para poder ver mejor. Cuando paso la azafata ofreciendo la cena, Carlos -al contrario que el señor gentil y yo- estaba entre dormido y la rechazó. El señor, me pregunto si era la primera vez que volaba y me dijo que siguiera en su asiento, así podía apreciar todo por la ventanilla, él estaba cómodo y ya había viajado muchas veces, era un médico que volaba a Cuba a hacer prácticas allí, ya que quería comparar algunas cosas de la medicina cubana con su experiencia en Buenos Aires y en Estados Unidos adonde viajaba ...
    ... frecuentemente.
    
    Ambos cenamos conversando, se llamaba Daniel y ejercía en Buenos Aires. Poco a poco fue descendiendo la luz dentro del avión hasta casi quedar en penumbras, yo recostada contra la ventana, pensaba en lo loco de estos últimos años de mi vida, de ser una modesta y tímida comerciante en Buenos Aires, mi ida a vivir al campo y desde aquel día que me agarraron los chicos en el arroyo y me cogieron los tres, luego Carlos y su cariño y buen trato hacia mí, permitiéndome seguir y sumarse el a la lujuria de las fiestas sexuales con los chicos. Ensimismada en mis pensamientos, acurrucada y cubierta con la frazada que habían repartido las azafatas, en un momento miré hacia mi izquierda para ver a Carlos que dormía plácidamente, y me encontré con la mirada picara de Daniel (el medico), sin decir palabra me sonrió, me arrimo su boca y me besó, me sentí sorprendida, pero le devolví el beso, los dos con la cara bien apoyada en el respaldo, Carlos no podría ver, nos lamimos la boca mutuamente, en un momento me dijo, me vuelven loco tus tetas, tome su mano y la deslice debajo de mi remera, con una mano me acariciaba los pezones que ya estaban duros por la calentura, me sentí caliente y agitada, puse mi mano sobre su pija, se la notaba durísima debajo del pantalón, estaba desesperada quería chupársela, pero si Carlos se despertaba notaria mi cabeza debajo de la manta que cubría a Daniel, que seguía manoseando mis tetas, como pude afloje la cintura de mi pantalón y saque la mano de Daniel ...
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