1. Mis machos del campo: La sorpresa


    Fecha: 10/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: chabelita, Fuente: CuentoRelatos

    ... de mis tetas y lo ayude a llevarla hasta mi concha, el con su mano libre bajo el cierre de su pantalón, la situación era loquísima, estábamos en un avión en penumbras a 10.000 m. de altura, con mi pareja dormida al lado nuestro y cogiéndonos cada uno con una mano, era demasiada adrenalina para mi, los dedos de Daniel me hacían acabar una y otra vez, el me pedía que se la chupe, pero no me anime y lo hice acabar con la mano, sentí su leche tibia en mi mano que saque enseguida para evitar que manche su pantalón, la limpie con la frazada y lamí de mis dedos los pocos restos de leche que me quedaron.
    
    Daniel mirando asombrado me susurró: te vi cara de hembra puta, pero no imaginé que eras tanto. Conversamos en un tono muy bajito y poco después nos dormimos. Cuando desperté ya casi estábamos llegando a Panamá donde Daniel haría un transbordo y Carlos y yo pasaríamos un par de días. Al llegar a la sala nos despedimos, Daniel nos pidió que lo llamemos si íbamos a Buenos Aires y le entrego una tarjeta personal a Carlos. Al arrimarse para darme un beso de despedida me susurró: sos fantástica, sonrió y se fue rumbo a su próximo embarque. Los dos días en Panamá me resultaron fascinantes, nunca en mi vida pensé que podría llegar a ver semejante obra como la del Canal, además el hotel era bellísimo, también paseamos mucho por la ciudad en el día y de noche cogíamos como dos locos. Al tercer día temprano por la mañana tomamos el avión rumbo a la Habana, allí estaba Daniel, pero no podría ...
    ... verlo porque al llegar un pequeño avión nos llevó a nuestro destino.
    
    El hotel era bellísimo, a poco de llegar nos pusimos los trajes de baño y fuimos a la playa, había mucha gente de todo el mundo, en su mayoría españoles, argentinos, algunos alemanes y canadienses. Casi todos en pareja y a juzgar por sus caras y risas la estaban pasando muy bien. La primer noche el comedor lleno y un grupo de argentinos que había allí nos ofreció lugar en su mesa, rápidamente surgió esa camaradería entre compatriotas que se encuentran en el exterior. Eran tres matrimonios de nuestra edad, entre 40 y 50 muy amables y educados. Más tarde fuimos todo el grupo a la boite del hotel y allí bailamos y conversamos largo y tendido.
    
    En las tardes en la playa o pileta, mate de por medio nos fuimos haciendo compinches con los tres matrimonios argentinos. Una tarde los hombres nos desafiaron a las chicas a hacer topless, les dimos el gusto, por supuesto que yo sabía que lo que querían era ver mis tetas, ya habían bromeado acerca del tamaño, los tres decían que querían ver si los pezones hacían juego con mis pechos. Cuando me saque el corpiño de la malla las chicas y Carlos (mi pareja), se reían ellas decían que competir conmigo era imposible, Carlos no le dio importancia, él las tenía a disposición cuando quería, en cambio los tres muchachos me miraban como para comerme, una de las chicas admirada dijo riéndose: hasta yo chuparía esas tetas. El caso es que nos reímos mucho y se notaba que los tres ...
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