1. La nocturna prostituta transexual


    Fecha: 11/10/2018, Categorías: Anal Transexuales Autor: zorro_en_celo, Fuente: xHamster

    Durante esa noche que escuché junto a la barra del garito donde acudía a ligar y follar guarras, había unas lobas libidinosas que dijeron que vendrían con más amigas, ya que el ambiente les había encantado y que era propicio para lo que estas zorras lascivas buscaban.Toda la semana me preparé muy a fondo, pues quería y deseaba estar galante y obsequioso con las depravadas "guarronas" que allí acudiesen.Fui todos los días al gimnasio, pues deseaba estar atractivo para todas aquellas lobas libidinosas y lujuriosas "fulanonas" y acabar ligando y tirándome a la más sucia, puta y depravada de todas ellas.Dicho y hecho, me daba unas atroces y bárbaras palizas de padre y muy señor mío en el gimnasio y sudaba a chorros para perder los cinco kilos que me sobraban y al llegar el apetecible y codiciado caliente sábado que me esperaba para dar rabo a esas lascivas "putonas".Al arribar ese libertino y ambicionado día había cumplido con lo que me había prometido a mí mismo. Llegó la noche y me preparé a fondo vistiendo lo más depravado, obsceno, sexy y concupiscente posible para ligar a las primeras de cambio a la más guarra del local. Me "entoligué" uno de mis más procaces y obscenos tangas que la última fulana que me ligué allí, me regaló después de haberla llenado de lefa durante cuatro días, mientras el cabrón de su marido estaba de viaje de negocios. Un vaquero negro que me enfatizaba y acentuaba el sexo, un fuerte perfume que atrajese a cualquier guarra disoluta y lúbrica que se me ...
    ... acercase y una camisa de manga corta para parecer un chulo perdonavidas y mis zapatos de las grandes ocasiones.Salí de mi casa y dejé la puerta del portal y como hacía buena noche y era pronto todavía, consideré y convine que sería buena idea andar un rato para así bajar la cena e ir más ligero al garito de esas depravadas y procaces lobas salidas en cuestión.Caminé y caminé en la dirección correcta y a lo largo de la noche, me iba cruzando con todo tipo de mujeres y a algunas se las observaba y advertía que irían a infectos garitos en busca de rabos-calmantes para aplicar su viciosa y sicalíptica sed de machos en celo como ellas.Seguí y proseguí mi nocturno camino y con algunas de las concupiscentes lobas que me cruzaba, me silbaban lujuriosas y provocadoramente, pues se les percibía a donde irían a parar.Al final de una de las calles por donde yo deambulaba y brujuleaba, aprecié que había alguien que parecía una mujer esperando y apoyada en un muro. Tenía redondas formas y vestía sexy con cierta obscena procacidad.Me acerqué a ella para charlar y saber algo más:—Hola, ¿esperas a alguien? —investigué.—Sí, esperaba a un amigo, pero dadas las horas, creo que me ha fallado —replicó ella.—¿Te sirvo yo?, ¿a dónde pensabais ir? —examiné.—Sí, sí, tú me sirves. Pensábamos tomar unas copas y posteriormente acudir a una discoteca o algo así —expuso ella.—Bueno, ya que estás sola y no tienes compañía me presentaré, me llamo Rafael, pero puedes llamarme Rafa —manifesté.—Yo soy Alana y ...
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