1. La nocturna prostituta transexual


    Fecha: 11/10/2018, Categorías: Anal Transexuales Autor: zorro_en_celo, Fuente: xHamster

    ... mostraba su perfecto y jodible culo y seguía jugando con ese lujurioso tanga que me estaba volviendo loco.—¿te gusta que te la meta, eh, guarra? , eres una zorrita provocadora, Alana —largué lujuriosamente.La putona impúdica de Alana, se había subido al sofá y se había puesto a cuatro patas mientras se apoyaba en el respaldo y tenía a medio bajar ese sicalíptico tanga rojo que me volvía loco.—Este va a ser el polvo más cachondo de tu puta vida —proclamé mientras le miraba lascivamente su culo y babeaba por taladrarla.Alana se toqueteaba y sobaba las nalgas, entretanto me pedía que la follara.—¿deseas petar este sabroso culo? —comunicaba Alana.Me acerqué a Alana y la muy puta empezó a chupar, lamer y relamer mí ya endurecido rabo por sus concupiscentes miradas ardientes y meneaba su cabeza arriba y abajo y yo me enardecía y excitaba del bucal placer tan obsceno que esta zorra transexual me producía.—¡wow, yeah!, ¡que gustazo me dasss, guarrraaa!, ¡qué plaaaaceeeerrr! —jadeaba yo tan caliente.Alana mamaba embelesada y extasiada con vivacidad, placer, satisfacción y deleite mi enhiesta verga y mientras agarraba mi rabo con la izquierda y lo chupaba y lamia seducida, con la derecha se magreaba una teta y toqueteaba y jugaba con su rojo sexy tanga.—¡slurrp!, ¡slap!, ¡slop!, ¡slurrp!, ¡slap!, ¡slop!, ¡slurrp!, ¡slap!, ¡slop! —chupaba enloquecida Alana.—¡Sigue así, zorra!, ¡me das mucho placer guarra! —resoplaba yo enardecido.La fulana transexual Alana mamaba y mamaba mi rabo y ...
    ... me cogía las pelotas con dureza y eso me gustaba y hacía que mis gordos cojones se llenaran de lefa.—Que bien me la chupas, zorra. Eres una auténtica mamona de pollas —gemía yo viciosamente.El golfón de Alana, sacó mi duro rabo de su bocaza de guarrona depravada para lamer viciosamente la punta de mi cipote, entretanto, la muy cerda, ponía sus ojos en blanco del tremendo gustazo que le daba mamar y relamer mi rabo, cuando sacó mi pollón de su lasciva boca le pegué un soberbio morreo con lengua que le animó más a tirar y tirar de mi rabo y jugábamos y jugueteábamos con nuestras excitadas y encendidas lenguas y mientras la guarra Alana tiraba de mi rabo, yo le tocaba su tanga que me ponía cachondo y rijoso.—Ven aquí sucia cerda, te voy a romper el ojete, puerca —berreaba yo muy vicioso.Alana se dio la vuelta y la muy zorra me ofreció su culo, que, al punto, yo horadé y peté con lujuriosas ganas, su ojete. Ella apoyaba sus manos en un cojín rojo que había en el sofá de cebra y esta postura me animaba a darla rabo sin parar hasta llegar a un total clímax.—¡toma rabo, puta!, ¡toma rabo, guarra!, ¡siente mi polla, zorra! —bramaba yo lujurioso.—¡ah, sí métemela toda, cabrón !, ¡que follada me estas pegando canalla!, ¡oh, sí!, ¡dame rabo, cabrón! —vociferó Alana jadeando.La guarra Alana parecía una máquina de jadear, rezongar y gemir y a mí me estaba matando de gustazo del tremendo placer que me daba ese lascivo culazo de Alana que hervía más que el agua.—¡oh, sí!, ¡sí!, ¡sí!, ¡sí!, ...