1. Mi sobrino me castiga por puta


    Fecha: 18/09/2023, Categorías: Incesto Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos

    ... estocada, un nuevo grito de dolor salió de mi boca, mis puños apretaron su pecho en forma involuntaria, su cara reflejaba celos, despecho, enojo.
    
    Dime puta, ¿con quién te acuestas?, ¿quién te rompió el culo?, ¿con quién le pones los cuernos a mi tío? No contesté, mordí mis labios, no podía contestar. En respuesta una nueva ensartada que me hizo retorcer del dolor que sentí, sus huevos gruesos y pesados rebotaron en mis nalgas, arqueé la espalda en señal de abandono, no podía hacer nada para evitar las embestidas, así que pensé que lo mejor era facilitar la penetración y evitar que me desgarré por dentro, soportando el salvaje castigo y rogando por que pronto terminara. - Así que te has quedado muda, no quieres hablar puta, pero no te preocupes, me encargaré de sacarte la verdad a vergazos. Empezó a meterla y sacarla con fuerza, cada vez más rápido, sin piedad, castigando mi pobre culo a su antojo. - Sácala, me revientas, agghh- Grité
    
    - Confiesa puta y te la saco, respondió castigándome nuevamente y empalándome con fuerza, su pelvis chocó contra mis nalgas y siguió empujando, haciéndome notar toda la longitud de su verga. - Es Eduardo, mi vecino del 9, él es uno de mis amantes, el fue quien me cogió. por favor salte de mi ano – supliqué. Mendiga puta me dijo mientras, una nueva estocada contra mi adolorido culo, completamente abatido, pero en esta ocasión sentí un calor que invadió todo mi cuerpo.
    
    Me seguía doliendo cada embestida, pero cada vez mi conducto anal ...
    ... estaba más lubricado y dilatado, cada embestida lo habría más, ensanchándolo, amoldándolo al grosor de la verga de mi sobrino, empecé a gozar en forma involuntaria, mis paredes internas estaban muy rozadas y al mismo tiempo tan sensibles, que el roce de la verga me causaba oleadas de placer que recorrían todo mi cuerpo, una mezcla de dolor-placer me invadió, mi vagina la empezó a lubricar con sus dedos, mis gritos ya no eran sólo de dolor, si no combinado con placer, tan así que cada que me la sacaba sentía un fuerte deseo que me la volviera a meter e involuntariamente empecé a mover las caderas.
    
    Pinche puta, ya te está gustando la cogida, estás culeando, así, mueve el culo zorra, entiérrate tu sola mi verga, aghhh- Gritó Mateo. Esa sometida que me daba mi sobrino, me excitaba sumado a lo prohibido, me sentí la más puta del mundo, su verga me reventaba por dentro y yo entregada a esa verga terrible, disfrutando el castigo, disfrutaba del dolor que me causaba, no quería que dejara de cogerme, lo escuché gemir y jadear, su cara cambió, ya no me sujetaba con fuerza, lo que me permitió levantarme y ponerme en cuatro, con mi pecho sobre la cama, arqueando la espalda, a fin de que me entrara muy profundo y así empecé a culear a mi antojo, empujando mi cadera contra su pelvis, ensartándome profundo, hasta los huevos, lo hacía retorcerse, aflojaba el culo para que me entrara completa y lo apretaba cada que la sacaba, arrancándole gritos y gemidos de placer.
    
    - Agghh puta, que rico, ...
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