1. Practicando para mi primer beso


    Fecha: 19/09/2023, Categorías: Lesbianas Autor: rubyg, Fuente: CuentoRelatos

    Aquella noche, después de cenar, Laura y yo nos quedamos charlando en el sofá. Hablamos de todo un poco, saltando con naturalidad de un tema a otro hasta que ella me preguntó si tenía novio.
    
    –No. –Respondí –Bueno, No exactamente… Hay un chico con el que me llevo muy bien pero no nos hemos besado ni nada.
    
    –¿Y eso por qué? –Preguntó Laura.
    
    –Es que… Me da un poco de miedo… Nunca he besado a nadie. No sé cómo hacerlo. ¿Y si lo hago mal?
    
    –¡Pero si eso no se puede hacer mal! Mira, si os gustáis, os va a encantar a los dos aunque seáis más torpes que un pato con botas.
    
    –Si, pero…
    
    –¿Y por qué no practicas conmigo?
    
    –¿Eh? ¿A qué te refieres?
    
    –Puedes practicar conmigo hasta que te vuelvas realmente buena besando. Así podrás estar segura de que cuando le beses se va a volver loco por ti.
    
    –Pero yo quiero que mi primer beso sea con él…
    
    –Y lo será. Tú y yo somos chicas así que no cuenta. Esto es como los actores de teatro, antes de estrenar una obra tienen que ensayar un montón para que salga todo perfecto.
    
    Sin esperar mi respuesta me acarició la frente. Pasó la mano por debajo de un mechón de mi pelo y sin dejar de acariciarme lo colocó detrás de mi oreja. Acto seguido deslizó su dedo pulgar por mis labios, primero el de arriba y luego el de abajo. Aquellos ojos tan hermosos, color miel con destellos casi verdes, me miraban fijamente mientras Laura acercaba su rostro al mío. Los cerró justo antes de que nuestros labios se juntaran. Este primer contacto duró ...
    ... solo un instante. El segundo duró un poco más. Para el tercero yo también cerré mis ojos y en el cuarto noté la calidez y la humedad de su lengua recorriendo mis labios aún cerrados.
    
    De repente, y sin que me diera cuenta de cómo, nuestras lenguas se juntaron. Un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo por dentro. Sabía a fresa. Una sensación cálida y agradable me embriagaba cada vez más profundamente. Su lengua se movía alrededor de la mía dando vueltas en un sentido y en otro. Luego sus labios se cerraban en torno a mi lengua y se movían adelante y atrás de modo que mi lengua entraba y salía de su boca. Después su lengua acarició mis dientes, deteniéndose brevemente en cada una de mis encías. Una extraña sensación de humedad que nunca había sentido antes empezó a crecer en mi entrepierna.
    
    La mano con la que Laura me había acariciado, que seguía unida a mi rostro, se deslizaba ahora por mi cuello, acariciándome únicamente con las yemas de los dedos. Bajó hacia el pecho, deteniéndose un momento para pellizcarme un pezón. Siguió hasta mi cadera donde me agarró con las dos manos y me levantó hasta sentarme a horcajadas encima de Laura. Al notar en mi húmeda entrepierna el contacto con su cuerpo, mis caderas comenzaron a moverse solas. El roce me producía una sensación increíble. Notaba como mis braguitas se iban poniendo cada vez mojadas y resbaladizas mientras yo me frotaba cada vez más fuerte. Laura agarró mis nalgas para dar aún más ímpetu a mis movimientos de cadera.
    
    De ...
«123»