Mi hermosa Irma
Fecha: 23/09/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos
... consolarla, pasando mi brazo derecho por sus hombros, dándole unos pequeños golpecitos.
-No me imagino lo duro que debe ser para ti, pero debes ser fuerte- me levanté e hice pararla a ella, y así fue como le di un fuerte abrazo. Ella también me abrazó y comenzó a llorar, lo cual estaba bien. No me gustaba verla así de triste, pero le ayudaría un poco el desahogarse, y qué mejor si era conmigo. Así estuvimos un buen rato, mientras que yo me deleitaba con su aroma, el cual me estaba volviendo loco. A la vez que intentaba controlar mis instintos para que mi pene no comenzara a ponerse duro.
Irma logró controlarse, y solo así fue que nos separamos. Ella se secó sus lágrimas con sus manos, para después verme a la cara y decirme
-Samuel, no sabes cómo te agradezco lo que acabas de decir. En verdad es que necesitaba desahogarme, y contigo me sentí en confianza para hacerlo.
- Muchas gracias, Irma. Para mí es agradable oírte decir eso.
Y por un instante nos miramos fijamente, y fue ahí que ambos nos besamos. Nuestras bocas comenzaron a saborearse mutuamente, era un beso demasiado apasionado. Mis manos comenzaron a recorrer su cuerpo, comencé a acariciar su espalda, metiendo mis manos debajo de su blusa, pegándola más a mi cuerpo para que sintiera mi pene todo duro. En un movimiento rápido, la cargué como el cliché de los recién casados en su noche de bodas y la llevé a mi habitación. Estando ahí, la coloqué muy despacio sobre la cama, y comencé a quitarle su blusa, ...
... así como su brasier y después me quité mi playera. Era yo quien llevaba la batuta, así que después desabotoné su short y se lo quité, dejándola sola en su ropa interior, es decir solo con su bóxer negro cachetero.
Me detuve un momento para grabar bien en mi mente esa imagen. Irma, ahí tendida en la cama, esperando la acción, con su cara bien roja, sus pechos pequeños con unos pezones bien paraditos, su bella piel blanca, su hermoso rostro, no cabe duda que me estaba volviendo loco. Me despojé de mi short y me quedé en bóxer, me coloqué en medio de ella y comencé a besarla nuevamente, pero ahora también lo hacía en su cuello, después bajé a sus pechos y mordí su pezón derecho mientras que con mi mano izquierda comenzaba a masajear su otra teta. Le daba unas buenas chupadas, ella solo gemía. Así estaba, turnándome para saborear cada una de sus tetas, hasta que paré por un momento para después comenzar a pasar mi pene, aún con el bóxer puesto, sobre la rajita de Irma. Vaya que si estaba excitada, mi bóxer enseguida se llenó de jugos vaginales. Fue en ese momento que los gemidos de Irma comenzaron a ser más fuertes.
- Mmm, Samuel… me gusta lo que me haces. Me tienes bien caliente.
-¿En serio te gusta?- le pregunté
-Me encanta, siento que me voy a derretir
Para este momento le quité su bóxer y fue ahí que su vagina, rosadita, llena de jugos pidiendo impacientemente que le metiera mi pene. Fue así que comencé a puntearla, dándole a desear que se la metiera.
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