1. La ducha


    Fecha: 24/09/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... desnuda abriendo la cortina de la ducha, la miré toda, los pezones duros, las piernas suaves. Entró a la ducha y si decirme nada se arrodilló, cerró los ojos para que no le entrara agua y me la empezó a chupar de nuevo. El agua corría y ella se metía toda la pija en la boca, me pasaba la lengua, me tocaba los huevos, me hacía de todo, estaba en el paraíso. La escuché gemir, con la pija en la boca, sabía que quería más, entonces le agarré la cabeza. En realidad, apreté un puñado de su pelo y la apreté contra mí, sentí como entraba en su garganta, se la metí más y después la alejé, para darle otra vez.
    
    - ¿Te gusta que te coja la boca?
    
    No llegué a escuchar la respuesta, porque tenía la boca llena pero en su mirada ya desbordando de algunas lágrimas descifré una respuesta ardiente. Si, quería más, quería que la use para mi placer, quería ser lo más atrevida y puta que pudiera, quería cumplirme las fantasías más sucias y había empezado por dejarme usar su boca como quisiera. Yo estaba excitado al extremo, tenía la pija bien dura y venosa, entrando y saliendo de su boca. Cada tanto la dejaba respirar, ella escupía o tosía y pedía más.
    
    - Úsame la boca, dale.
    
    Estaba llegando al borde de perder el control, me excitaba su actitud, su cuerpo mojado, su boca abierta, como se tocaba y se movía, como se entregaba.
    
    De repente, sentí un ruido que casi me para el corazón. Era la puerta de la casa, el sonido inconfundible de la puerta que se cierra. Nos miramos atónitos y en ...
    ... pánico instantáneo. Alguien gritó el nombre de ella.
    
    - ¡Es mi hermano!, susurró ella.
    
    - ¿Estás ahí?, gritó el hermano.
    
    La voz se escuchó demasiado cerca, el hermano había abierto la puerta y con una voz grave preguntó si podía pasar. Yo estaba congelado, en shock, quieto y en silencio pero ella seguía arrodillada.
    
    - ¡No! Salí, me estoy bañando.
    
    - Dale, nena. Me estoy haciendo pis y tengo que ir a jugar al fútbol, llego tarde.
    
    Sin más, entró al baño, sentí que me ponía colorado, más bien bordo y que me estallaba el corazón. Levantó la tapa del inodoro y empezamos a escuchar el chorro de pis, no paraba más. Creí que no podía más de adrenalina hasta que ella lentamente se acercó, me agarró la pija y me la empezó a chupar. Mi mirada debía ser de pánico, pero la de ella era increíble, le ardía una lujuria imparable, me miraba fijo a los ojos. Empezó a mover la cabeza, a mover la lengua alrededor de la cabeza de la pija adentro de su boca, y a mover la mano hacia atrás y adelante. ¿Le excitaría la posibilidad de que la descubran, el morbo de estar haciendo algo prohibido, la entrega sin condiciones a mi placer?¿Estaría deseando en algún rincón oscuro que su hermano la descubra? Lo cierto es que me estaba dando la mejor chupada de mi vida, a dos pasos de su hermano y solo nos separaba la cortina del baño.
    
    - ¡Chau, me voy!
    
    Ella no llegó a responder y la puerta se cerró de un portazo. Recién ahí reaccioné y le dije que pare, pero no paraba. Ahora se la metía hasta ...