Sexo en el confesionario (H23) (M24)
Fecha: 24/09/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mi novia Eva y yo antes vivíamos en un departamento, nos gustaba vivir ahí porque había mucho que hacer, había restaurantes, bares, tiendas y una iglesia. Solíamos salir a caminar los fines de semana, veíamos las tiendas y comíamos algo. Un día en uno de esos paseos entramos a la iglesia, no somos religiosos pero nos gustaba ver como se veía la iglesia cuando cambiaban la decoración, es un templo muy bonito con arquitectura neo gótica. Así que ahí estábamos, no había gente, solo dos señoras rezando cerca del altar así que tratamos de no hacer ruido, aún lado de donde estábamos sentados había un confesionario de madera, parecía una mini capilla gotica. -Nos metemos al confesionario? - me preguntó Eva, noté que su cara era la de una niña que quería hacer travesuras así que le pregunté +Para qué? - me tocó la pierna -Para confesarnos, para que me llenes de leche bendita +Cómo vamos a coger en el confesionario? - confieso que me excitó la idea, pero me puso incómodo, no por el tema religioso, si no porque había dos señoras en la iglesia. -Que tiene? tiene puerta y no se ve +Pero están esas señoras ahí
Se dió cuenta que no me había convencido del todo así que no insistió, solo se rió y ya no continuo con la propuesta. Al siguiente fin de semana, un sábado por la tarde, de nuevo estábamos caminando por el lugar, yo ya ni me acordaba de su propuesta del pasado fin, pero al parecer a ella no se le había quitado la tentación. -Oye, me tengo ganas de confesar mis pecados - yo solo ...
... sonreí, me dí cuenta que volvería a insistir -Andale, vamos a qué me confieses. Vamos rápido, si hay mucha gente nos salimos - no pude resistirme a tanta insistencia, me dí cuenta que era algo que no se le pasaría hasta que lo hiciéramos y sinceramente me había imaginado el escenario y me comenzó a prender la idea. Así que entramos a la iglesia como si fuéramos unos turistas más, no había nadie, Eva me tomó de la mano y me guío al confesionario. Yo de niño solía ser monaguillo, así que sabía que a veces los sacerdotes están en el confesionario esperando por si alguien necesita hablar, así que antes de atrevernos a abrir la puerta toqué, lo más que podía pasar es que el sacerdote si estuviera y me confesara para evitar sospechas, pero no había nadie, abrí la puerta con cuidado de no hacer algún ruido y en el interior no había más que el asiento rojo de tela del confesionario. -Sientate - me dijo Eva casi empujandome. Me senté y ella de inmediato se sentó sobre mí, cerré la puerta de inmediato, estaba un poco oscuro, solo entraba luz de las mallas que están a cada lado para que el padre escuché la confesión, aguardamos unos segundos para comprobar que no se escuchará ruido en la iglesia, pero todo seguía tranquilo. Eva me comenzó a besar, yo aún estaba algo nervioso, pero ella estaba decidida y comenzó a desabrochar mi cinturón, abrió mi pantalón y sacó mi pene y me comenzó a masturbar, me terminó de convencer con eso. Ella llevaba puesto un vestido, así que pude meter mi mano ...