Sexo en el confesionario (H23) (M24) - Relatos Eróticos

Sexo en el confesionario (H23) (M24)

... sin problema debajo de sus bragas, sentí su vagina ya bastante mojada y la comencé a tocar, no resistió mucho y como pudo se comenzó a quitar el calzón como pudo y me bajó el pantalón, el confesionario era algo amplio pero obviamente no estaba hecho para dos personas, pero por fin lo logro y entre risas se sentó en mi verga, soltó un suspiro de alivio y comenzó a moverse sobre mi verga erecta, Eva nunca usa bra, así que levanté un poco más su vestido para meter mi mano y masajear sus tetas mientras con la otra le sostenía el culo. Me comenzó a montar con más rapidez, yo estaba demasiado excitado, hasta que ella soltó un gemido lo suficientemente fuerte como para que nos escuchara alguien, me desconcentré y por las mallas revise que no se acercara nadie, pero no pude ver nada, ella solio se rió como si lo hubiera hecho a propósito, la comencé a besar par ahogar sus gemidos, aún gemía pero ya no tan fuerte. Me montó cada vez más rápido, yo ya estaba por terminar y los nervios volvían a mí, ya teníamos ahí más de 5 minutos, pero parecía una eternidad. Hasta que por fin entre besos, Eva comenzó a gemir, se despegó de mi boca, me abrazó y en mi hombro ahogó su último gemido seguido de un squirt que era bastante abundante.

Ups - me dijo al terminar su orgasmo y darse cuenta del mojadero. Yo aún no terminaba, así que Eva me siguió montando, notó que estaba distraído por los nervios, me comenzó a seducir con ...

... palabras al oído

Le gustó mi confesión padre? Me he portado muy mal - el lívido volvía a mi, me excitó el juego que estaba haciendo. -Soy una putita padre? +Si - dije apenas susurrando mientras ella me montaba más rápido. -Si soy una putita? +Si - dije un poco más fuerte -Te gusta tener tu verga dentro de mi?

Me encanta - mientras apretaba su culo con fuerza y ella aumentaba el ritmo en el movimiento de sus caderas

Hazme tu puta, quiero ser tu zorrita. Eso último me hizo apretarla con fuerza y soltar mi semen dentro de ella, apreté los dientes para no hacer ruido mientras tenía mi orgasmo, terminé de llenarla de semen, nos miramos y reímos por lo que acabábamos de hacer. Le dí un último beso, Eva se levantó y al hacerlo salió un poco de mi semen. Se puso los calzones de vuelta y se acomodó el vestido como pudo luchando con las dimensiones del confesionario, yo me subí los pantalones sentado. Eché un último vistazo por las mallas para ver qué no nos viera salir alguien, todo parecía seguir vacío, empujé la puerta y Eva se bajó de mis piernas para salir, yo salí también, volteé para atrás y noté que él asiento estaba mojado de fluidos, cerré la puerta lentamente. Eva se terminó de acomodar el vestido y yo le acomodé un poco el cabello para que no se viera tan alborotada, nos tomamos la mano y salimos como si nada. Una vez afuera nos partimos de risa.

Que rico estuvo padre - me dijo y después me dió un beso.