Sofía, la compañera de mi esposa (II)
Fecha: 25/09/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: doadevon, Fuente: CuentoRelatos
Continuando con el relato, de cómo me di a la amiga de mi esposa.
Nos encontrábamos en el hotel y después de una buena mamada por parte de Sofia, era momento que yo pagara con la misma moneda y bajando a su rica almeja, empecé a pasar mi lengua por sus labios mayores dando unos muy ligeros mordiscos, los cuales cumplían su objetivo ya que solo escuchaba los jadeos de mi pareja cada vez más continuos.
Me dice con voz entrecortada por los jadeos – Creo que no aguantare más, por favor ya métemela
- De ninguna manera, quiero probarte toda, así que tu déjate llevar.
Y no se si era la situación o era una perrita muy sumisa. Pero obedeció mi orden y soltó un grito y clavo sus uñas en mis brazos ya que en todo momento seguía masajeando sus redondos pechos. A mí también me supo a gloria, si el olor era exquisito, el sabor aún más. La dejé tomar aire y me retiré de su puchita, recostándome de lado a ella y empecé a besar su cuello, cuando volvió de su trance.
- Wow!!, esto fue grandioso, jamás había terminado con un oral.
- Lo sé, por eso pedias que te la metiera, pero no es lo mismo y sabía que disfrutarías más. Además de que aún tenemos tiempo y no quiero terminar esto tan pronto.
- Si tu esposa coje con mi novio, definitivamente es una pendeja, yo no he disfrutado tanto en estos años como en estos minutos junto a ti
- Pues que te digo, siempre está el morbo de probar lo que no es nuestro, como yo ahora mismo, a mí me encanta darle verga a mi esposa, pero ...
... pues si a ella le gusta probar en diferentes lugares, yo también me doy mis gustos, pero basta de charla y ya que recuperaste el aliento ven acá.
La jalé de los hombros y la hice subirse a mi para que cabalgara un rato, sinceramente no tengo un super pene, pero pues 19 cm y un buen grosor han arrancado una buena cantidad de orgasmos, como lo comente anteriormente ella es chiquita de 1.50 así que ya sabrán la escena de tener a esta mini diosa encima de mí. Ella insistía en que no sabía como moverse ya que siempre era misionero y no mas. Le comenté recuerdas como bailabas en la posada Navideña, pues muévelo justo así, y ya verás. Tenía un muy buen twerk y meneo de caderas y lo uso muy bien, pero se descontrolo un poco que tuvo un segundo orgasmo, ahora no la deje descansar y la puse en cuatro, inicie el trabajo del tesoro buscado, ese pequeño orificio arrugadito que oponía resistencia a mi dedo índice entre cada sacada de pene, tomaba un poco de sus jugos y los embarraba en su orificio anal.
Ella intento decir que no, pero justo cuando decía que no le daba otra estocada de golpe en su rica y apretada vagina. Cuando logre meter dos dedos dio un pequeño salto como queriendo escapar, pero mi corpulencia y tamaño ayudaron para evitar su huida. Creo que esto le genero un poco de miedo por que empezó a decir que por favor parara, que mi pene era muy grueso y no entraría, que siguiéramos como estábamos, que ella no era la puta de mi esposa. Aunque tenía razón, solo le dije no es si ...