El espejo mágico (Parte 3): Un orgasmo tras otro
Fecha: 05/10/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... feliz, por primera vez en mi vida me sentía feliz.
No sentí a Steven cuando se levanto hasta que me abrazo rodeando mi cuello con sus brazos, era más alto que yo y su barbilla estaba sobre mi cabeza, me besaba en el pelo, lo olía, me decía en un español más bien pobre lo preciosa que estaba desnuda a la luz de la luna, mi cabeza se recostó en su brazo y mis manos se colgaron de ellos, desnudos, mirando por la ventana escuchando el silencio de la noche, el ladrido de los perros, el ruido de un coche en la lejanía, el murmullo del batir de las olas, pero no mucho más, estaba todo quieto y en silencio, todo sin vida aparente salvo nosotros que sentíamos el latir de nuestros corazones, la reparación acelerada que una vez más se presentaba ante nosotros, al parecer ninguno de los dos habíamos tenido suficiente, notaba su excitación, como se hinchaba su pene poco a poco y el escalofrío de tenerle dentro de mí me hacía feliz, soñar una vez más, me besaba el cuello, la mano, pasaba su mano por mis pechos acariciándolos y apretándolos con suavidad, su pene había vuelto a sorprenderme metiéndose entre mis piernas, movía el culo para sentirlo y como en la cama no hacía ni media hora quería que estuviera al abrigo de mi vagina.
Quería sentir sus labios en los míos, besarle, acariciar su rostro, me di la vuelta para unir nuestros labios, notaba sus caricias, me iba dibujando, esculpiendo mi cuerpo, una vez más sus besos recorrían mis hombros, sus labios mordían mis pezones, me ...
... abrazaba y notaba su pene sobre mi estómago, me levanto una pierna y dejo mi vulva sin la protección de los muslos para poder acercarse y buscar con su pene mi vagina, despacio muy despacio mirándome a los ojos empezó a meter su glande en mi vagina, sin perder ni uno solo de mis gestos, el placer de sentirle entrar, llenarme nuevamente, su pene resbalaba hacia arriba por mi vagina tremendamente excitada, dilatada al máximo para recibirle, llena todavía del semen que había depositado en mí, entraba y salía haciéndome gemir, creando en mi rostro las muecas de una felicidad olvidada por mí. Cada vez más dentro, con su pene golpeando el cuello de mi útero, regalándome las sensaciones más placenteras que jamás pensé poder tener, la mirada clavada el uno en el otro oyéndonos gemir, amándonos con la mirada, podía sentirlo todo, podía sentir la suavidad de su piel penetrando y uniéndose a la mía, entrando y saliendo de mi vagina envuelta en flujos de placer, la suavidad de cómo la metía y sacaba de mi vagina, los besos suaves, cariñosos, hacían que mi cuerpo se estremeciera, me sentía flotar por la ternura que estaba demostrándome, me hacía volar de placer, sentir como nuestros cuerpos se elevaban y salían por la ventana, a pesar de haber hecho el amor ya dos veces, si esto era lo que sentía una mujer, quería ser mujer, no hablo del placer, hablo de sentimientos profundos, los que me invadían en esos momentos al tenerle cerca de mí, es cierto que era sexo, pero no solo sexo, era algo más ...