1. Mi sobrina de 5 Parte 3


    Fecha: 11/10/2018, Categorías: Incesto Autor: JSV0410, Fuente: SexoSinTabues

    ... mi polla y los huevos con una buena capa de chocolate y volvieron a ‘atacarme’ con sus boquitas. En la habitación solo se oían los sonidos de succión de las pequeñas junto a mis jadeos por el intenso placer que me provocaban. Decidí que era momento de pasar a lo principal y les pregunté si querían montar un rato a caballo, a lo que me dijeron que sí completamente emocionadas. Agarré a Isa primero y la senté cerca de mi rabo cuando le dije que debería cabalgar poco a poco para no hacerse daño al principio. “Isa, primero debes poner mi palo en tu cosita, que hará de sillita para cabalgarme a mí, que haré de caballito. ¿Estás lista, cielo?” – decía mientras vi a la pequeña acercarse lentamente a mi polla con su coñito hasta que puso la punta en su entrada. Entoces agarré a Eli y la senté en mi cara para no dejar a ninguna de mis dos jinetes sin atender. Isa se ensartó poco a poco en mi rabo hasta quedar un poco más de la mitad en su interior. La oía jadear mientras poco a poco se levantaba para sacar un poco de mi miembro de su interior para, acto seguido, volver a ensartarse todo lo posible. Eli le cogió las manos a su amiguita para ayudarla mientras yo me comía ese dulce y apretado coñito con un regusto de la crema de chocolate aún por encima. Como ya llevábamos un largo rato en plena acción, me entraron unas ganas inmensas de correrme para aliviar un poco mi sobrecalentada polla; aparté a mi sobrinita de mi cara y le dije a Isa: “Isa, ¿recuerdas la leche que tanto te gusta ...
    ... tomar?, pues ahora te la daré, pero esta vez la pondré dentro de ti para que veas que te quiero mucho. Además, Eli después la tomará directa de tu cosita a ver si le gusta. ” – dije mientras ponía mis manos en su caderita y la ensartaba cada vez un poco más. “V-v-vale, ¿pero más tarde podré tomar lechita directamente de Eli?, como lo de ahora, pero al revés, ¿podré Arnau?” – contestó ella con su carita roja y su melena que le tapaba y le destapaba sus pezoncitos a cada salto que daba. Le contesté que sí, que no había problema. Entonces agarré a Isa por la cintura y le detuve los saltos mientras notaba como mis hinchados y colgantes huevos tenían espasmos que me permitieron la mayor corrida de mi vida. Noté muchos más manguerazos que de costumbre y sujeté a la pequeña durante todo el tiempo que duró; en un preciso instante vi un par de pequeños ríos de leche que se escurrían del coñito de Isa, señal de que no había suficiente espacio para todo el semen que estaba expulsando. Me detuve y solté a la niña, que solita se levantó y se sentó encima de mi barriga, abriendo las piernas para que mi sobrinita la pudiera ‘probar’, y dando una visual preciosa de un coñito de 5 añitos completamente desbordado de caliente y espesa leche guardada durante una semana. Eli estuvo varios minutos lamiendo la vaginita de Isa hasta que se tiró encima mío y sin avisar ni nada se ensartó solita hasta dónde pudo. Empezó a dar saltos más ‘salvajes’ que los de Isa, mientras decía en voz alta: “Siiiiiií, ...