1. El cuidador de la cabaña (II)


    Fecha: 15/10/2023, Categorías: Voyerismo Autor: XilenitaHot, Fuente: CuentoRelatos

    ... suavecitos
    
    Me agaché e instantáneamente noté el movimiento del viejo, me había pedido que los acariciara, porque así tendría que agacharme y con lo corta de mi falda, probablemente podría verme algo más —Viejo pillo- pensé, pero igual me calentó el hecho de que él también estuviera caliente conmigo y con ver mis partes íntimas. Mientras acariciaba a los pollitos, sentía la mirada de don Mario en mis piernas y un poco más, él se agachó también con la excusa de acariciar a otro pollito, quizás para ver mejor, así que yo, descuidada, de vez en cuando movía mis piernas, pero sin dejar que se viera mucho. Después de un rato le dije que iría a tomar sol a la piscina, así que me iría a poner mi bikini. Cuando llegué, la piscina estaba sola, tendí mi toalla en el pasto y me puse a tomar sol en bikini, después de un rato apareció don Mario a limpiar la piscina, conversamos alegremente y me contó algunas cosas de su vida, se me hizo muy simpático el caballero, empecé a mirarlo bien, no era feo, tampoco era un adonis, tenía un cuerpo normal para alguien de su edad, con algo de guatita, cabello canoso, un prominente bigote y manos grandes. Conversamos animadamente y de repente me dijo —Su marido no va a volver hoy y yo estoy solo como siempre ¿Le molestaría almorzar conmigo para poder seguir conversando?
    
    —¿Almorzar? —pregunté
    
    —Sí, algo no muy goumet eso sí, algo sencillo, una carnecita con arrocito
    
    —Mmm ya, pero sólo si me hace un favor
    
    —Lo que usted diga señora, si yo ...
    ... puedo, lo hago
    
    —Écheme bronceador en la espalda ¿le parece?
    
    —Ah, pero no hay ningún problema, yo pensé que sería algo más difícil, jaja.
    
    —No don Mario, ve que así me quemo más parejita
    
    —Ah, sí poh
    
    Ahí me di vuelta, con ese hilo dental metido en la raja de mi culo, imaginándome la cara de don Mario como en el video, mirando mi culo casi desnudo. Dejó a un lado sus herramientas para limpiar la piscina y se enjuagó las manos con el agua de la piscina, le pasé la botella con bronceador, se echó en las manos y comenzó a esparcirlo por mi espalda. Mientras seguíamos hablando de tonteras, cosas que pasaban en ese pueblo y cosas que me hacían reír, hasta que se le acabó la espalda para seguir con el bronceador, entonces le dije —En las piernas también, por favor.
    
    Comenzó desde abajo y poco a poco fue subieron, pero se detenía cerca de mis nalgas y volvía a bajar, en una de esas veces, le digo —Aquí también, no ve que si no me queda el poto blanco —Apuntándole mi culo con mi mano derecha.
    
    —Ah, si claro, perdone señora —respondió nerviosamente y acto seguido volvió a echarse bronceador en las manos y comenzó tímidamente a tocarme el culo. Sus manos eran ásperas, pero me estaba calentando el saber que un hombre mayor, hasta hace poco desconocido, tenía sus manos tocándome el culo casi desnudo a su antojo, dejó de hablar por los nervios y solo se concentraba en acariciar mis nalgas suavemente, hasta que inconscientemente se me escapó un "mmm, qué rico"
    
    —¿Qué? —Me ...