1. La chilena y su primer orgasmo anal


    Fecha: 16/10/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... hablas de política ceno contigo.
    
    -Hablaremos de lo que tú quieras.
    
    Cenando hablamos de lo que ella quiso. Así me enteré de que acababa de llegar a Madrid, que estaba haciendo un master..., y de otras cosas que no vienen al caso.
    
    Al acabar de cenar. Tomado café, me dijo:
    
    -Me cuesta dormir. No debía tomar café a estas horas.
    
    -Yo tengo un remedio para el insomnio
    
    -¿Cuál es?
    
    -Sexo, mucho sexo.
    
    -A tu edad no creo que des para mucho sexo.
    
    -Cuatro horas con una pastilla de viagra y una sin ella, para eso doy.
    
    Se me quedó mirando cómo si estuviera mirando para un Alien.
    
    -¡¿Cuatro horas?!
    
    -Bueno, cinco minutos más o menos no creo que cuenten.
    
    Me sorprendió de nuevo al preguntar:
    
    -¿Llevas viagra encima?
    
    -Siempre. Nunca se sabe donde puede salta la liebre y a mi edad hay que aprovechar las oportunidades.
    
    Se me ofreció.
    
    -Yo llevo más de tres años sin coger con un hombre.
    
    -Será porque no has querido coger. Mi hotel queda a diez minutos de aquí...
    
    Seguía el bullicio por las calles cuando salimos del restaurante... Al rato entramos en la habitación del hotel. Le pregunté:
    
    -¿Quieres tomar algo?
    
    -Antes de nada quiero darme una ducha.
    
    Le señalé una puerta.
    
    -Ese es el cuarto de baño.
    
    Cuando salió del cuarto de baño venía cubierta solamente con una toalla azul. Yo me había quitado la chaqueta y la corbata de mi traje gris con rayas negras y me había abierto tres botones de la camisa. Le ofrecí un vaso de rioja tinto, lo ...
    ... cogió, mojó los labios con él, lo posó sobre la mesita de noche y me dijo:
    
    -Quiero que me enseñes todo lo que te gusta que te haga una mujer.
    
    -Antes te voy a hacer yo cosas que me gusta hacerle a una mujer.
    
    Me acerqué a ella, le quité la toalla y la besé con lengua. La besé dulcemente, saboreando cada gota de su saliva. Luego la eché sobre la cama. Quité los zapatos, la camisa y los pantalones y me puse a su lado. Con mi mano derecha cogí su teta izquierda y la amasé. Comenzó a salir leche de su pezón. Me sorprendí tanto como me alegré, pero no hice preguntas. Mi lengua lamía sus pezones y llenaba de leche sus pequeñas areolas marrones, leche que me tragaba. Las yemas de los dedos de la mano derecha masturbaban su clítoris moviendo el capuchón de delante hacia atrás y de atrás hacia delante. Luego le trabajé la otra teta. La chilena apretaba mi dura polla. Después de darle un repaso a las tetas que le dejo los pezones duros cómo piedras fui a por su coño. Mi lengua continuó con lo que estaban haciendo los dedos, con la novedad de que movía el capuchón apretando la parte de arriba. Luego lamí el clítoris erecto, muy, muy suavemente, primero de abajo a arriba, después hacia los lados y para finalizar alrededor, y digo al finalizar porque la chilena jadeando cómo una perrita y temblando una cosa mala. Se corrió. Sus gemidos eran tan dulces que a oírlos mi polla no paraba de soltar aguadilla.
    
    Al acabar de correrse le metí dos dedos dentro del coño, le busqué el punto G y ...