1. El maravilloso culo de Avelina


    Fecha: 18/10/2023, Categorías: Anal Autor: sir robert, Fuente: RelatosEróticos

    ... mano acompañada de una sonrisa, la cual correspondí, y entonces, retomé la plática con la señora de cómo se iba a reparar su casa, tratando de lucirme con Avelina, incluso le pedí de favor, que me sirviera un poco más de esa agua de mango que le había quedado muy buena, todo esto lo hacía para quedarme más tiempo ahí, pero como no había mucho tema que tocar, después de un rato de charla, me tuve que despedir de la señora, y también de mi nuevo interés, la descomunal de Avelina.
    
    Salí de la casa y mi equipo de trabajo seguía ahí, esperándome, así que nos fuimos caminando rumbo a la oficina, y no hice comentario alguno con el arquitecto, me refiero a comentarios sobre el impresionante trasero que tenía la hija de la señora, porque aparte de no tener ese tipo de confianza con él, siempre me ha importado que me vean como una persona con ética.
    
    El arquitecto que tenía cargo, en ese entonces tenía 28 años, venía de una familia socialmente acomodada, no tenía preocupaciones financieras, aparte de ello, era soltero, tenía su novia, y era algo exigente con sus amistades, era algo selectivo, de modos delicados, muy delgado, de tez blanca, de mi estatura, y pude darme cuenta que no descubrió o no le llamo la atención, el tremendo culazo que vivía en esa casa; lo que sí le comenté al arquitecto, es que quería darle seguimiento personalmente a las garantías de esa vivienda, con el pretexto de que la señora se había molestado, y no quería una nueva queja por parte de ella, ...
    ... obviamente mis motivos eran otros.
    
    Unos días después, cuando los trabajadores empezaron a trabajar en esa vivienda, me di mis vueltas, aunque no tuve suerte de encontrarme con la voluptuosa de Avelina, solo llegué a ver a la señora y a otra de sus hijas mucho mayor que Avelina, además de algunas nietas pequeñas que también vivían ahí, nunca le pregunté por su hija, porque no tenía algún motivo para hacerlo, sentía que podía delatar mi interés por ella.
    
    Pasados los 5 días, terminamos con los pendientes de esa casa, y le comenté a la señora que habíamos concluido con el trabajo, que esperáramos las siguientes lluvias para cerciorarnos de que ya había quedado solucionado su problema, así que me despedí de ella, y salí de su casa sin ver a su hija, ¿qué había pasado con ella? no lo sabía; así pasaron los días, y no volví a encontrarme con Avelina, no tenía ni la más remota idea que había sido de ella, no me podía sacar de la cabeza ese culo prodigioso, lo que había encontrado en esa casa, era una joya.
    
    El fraccionamiento estaba ubicado como a 500 metros de una carretera principal, así que las personas que no tenían auto, tenían que caminar del fraccionamiento hasta la carretera para tomar el autobús, y la familia de Avelina no tenía vehículo, así que en ocasiones, vi caminar a la señora hasta la carretera para tomar el urbano, y fue en una ocasión, que coincidí con la señora y le ofrecí aventón hasta la carretera, yo iba de salida, la saludé y le pregunté como había estado, ...
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