1. ¿Qué será amor y qué lujuria? (2/3)


    Fecha: 24/10/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Chicles, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuando ella se retira levemente, se sueltan dando en un fuerte chasquido que se repite como ahogado eco cuando estas se golpean en el torso. Se ríen, vuelven a besarse y continúan quitándose las últimas prendas. Al bajarle el calzón a su mujer, él observa asombrado el hilo del tampón.
    
    —¡Cómo!, ¿Estás reglando? ¡Hace años que esto no pasaba! Has de estar mal, vamos al médico, ¡pronto, vamos a vestirnos! —la exhorta, dándole su ropa e iniciando él lo propio con su vestimenta. No era para menos, ya hacía tiempo que la habían operado de la matriz para erradicar unos miomas, benignos, pero quedó cancelado el aparato reproductor y las periódicas molestias menstruales.
    
    —¡Ja, ja, ja, ja! No tonto, es el platillo que te preparamos al despertarnos... —le dice quitándole de las manos la ropa y dejándola junto con la de ella sobre la silla—.
    
    Él no entiende, su asombro es grande y no responde a los mimos de su esposa quien lo abraza y se dejan caer en la cama.
    
    —Si no tienes hemorragia, ¿por qué traes el tampón?
    
    —Al ratito verás. ¿Te acuerdas que la vez anterior que fui con mi amante, apenas regresé me desnudaste y te pusiste a chuparme la vagina?
    
    —Sí, estabas riquísima, muy bien “regada”, y te lo dije: “Me gustas así de cogida, porque sabes a puta y mi verga resbala muy bien en la cueva calientita y dilatada por el uso.”
    
    —Te dije que la próxima vez te traería la leche para ti y eso hice, por eso me puse el tampón con un “hulito”.
    
    Saca el tampón y le ofrece la ...
    ... vagina a su marido. Mientras el cornudo se deleita chupando la raja de su mujer, extrayendo el atole que ella hizo con la leche del amante obsequioso, ella chupa, como si de un caramelo se tratara el condón que sirvió de obturador evitando que escurriera la mezcla de amor.
    
    —¡Puta! —dice el cornudo antes de comenzar a deleitarse lamiendo y sorbiendo la panocha usada de su esposa bien regada por el amante.
    
    Al terminar de paladear el desayuno se acuesta sobre ella y la besa al copular. Ella prueba el sabor del amante en la boca del marido y el abrazo se vuelve trepidante. Siente la verga de su esposo más grande que otras veces y su orgasmo es simultáneo.
    
    —¡Te amo, putita! —dice antes de darle otro beso, tomando una teta en cada mano.
    
    Por la pasión con la que su mujer le responde le vuelve a crecer el miembro que aún no le sacaba. “¿Aún podrás?”, le pregunta a su esposa. “Sigue, me gusta sentirte deseoso”, le responde ella.
    
    El amor continúa hasta que quedan agotados.
    
    —¡Qué filoso estabas! —le dice ella acariciando el pene desde los huevos hasta el capullo—, pensé que con la venida que te escuchamos anoche por el teléfono, te encontraría deslechado.
    
    —No me vine sólo simultáneamente a ustedes, pero esa fue la última mía. También con las fotos donde el puto ese te mama las chiches, y la otra donde te está metiendo la verga —le confiesa—. Pero desde que me avisaste que ya venías, se me volvió a parar. ¿Te dejaron bien servida?
    
    —Sí, pero me fascino sentirte caliente ...