1. El jefe de su marido (séptimo capítulo)


    Fecha: 27/10/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... hombre le daba un tierno beso en su tímido agujerito.
    
    -No por favor, ahí no.
    
    -Disculpa cariño. Me pudo la curiosidad.
    
    -Es que eso es algo que nunca me hicieron y me da muchísima vergüenza.
    
    -Es precioso Silvia.
    
    -Mi ano?
    
    -Si – el le separó un poco las nalgas mientras le hablaba – Es rosadito y muy suave.
    
    -Pero me da vergüenza – Silvia gimió cuando sintió que Joaquín le daba otro tierno beso en su ano. – Usted es tan tierno conmigo…
    
    -Quieres que pare cariño? – un nuevo beso en su agujerito la sorprendió por la sensación novedosa. – Me gusta darle besos.
    
    -De veras le gusta darme besos ahí?
    
    -Muchísimo Silvia.
    
    No dijo nada cuando sintió un nuevo beso, dos, tres. Sintió como ese señor le empezaba a dar muchos besos llenos de cariño en su tímido agujero y le estaba gustando. Gimió cuando sintió la lengua de Joaquín lamer muy despacio su ano y un placer extraño se apoderó de él.
    
    Sus piernas temblaron cuando sintió los labios de aquel señor alrededor de su agujerito y gimió avergonzada al sentir que se lo estaba chupando. Aquel hombre le estaba succionando el culo y lo peor de todo era que le estaba gustando mucho. Se moría de la vergüenza al sentir que su ano estaba sintiendo placer y lo notaba abrirse y cerrarse como entregado a aquella sensación. Gimió en alto al sentir como ...
    ... la lengua entraba un poco en él.
    
    -No por favor, no haga eso.
    
    -Quieres que pare?
    
    -Es que… -sintió de nuevo como los labios succionaban su culo y al mismo tiempo la lengua lamia cada fibra nerviosa de éste. Gimió enloquecida – No por favor, no pare. Me voy a correr!
    
    Y sintiendo aquella lengua entrar en su culo se corrió. Se agarró a la pared cuando sintió que su culo estaba sintiendo un orgasmo. Su ano se abría y cerraba como pez boqueando fuera del agua y ella se lo tapó con la mano para que aquel hombre no lo viera en ese estado. Silvia se giró y se arrodilló frente a Joaquín y lo abrazó.
    
    -Gracias!
    
    -Por qué me das las gracias? – él le acariciaba el pelo y las mejillas.
    
    -Por lo que me acaba de hacer y no sentir escrúpulos.
    
    -Escrúpulos? Nunca había hecho eso pero me ha encantado.
    
    -Yo tampoco había dejado nunca a mi marido que me lo tocara y mucho menos besármelo.
    
    -Mírame Silvia – aquel hombre sujetó con cariño las mejillas de ella para que lo mirara-Te ha gustado?
    
    -Si, nunca creí que se pudiera sentir un orgasmo ahí atrás.
    
    -Lo volveré a hacer cuando quieras Silvia. – Joaquín la abrazó con cariño.
    
    Silvia se fue de la casa de ese hombre con la promesa de que volverían a verse. De camino a casa sentía una extraña sensación de placer en su ano cada vez que daba un paso. 
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