1. ¿Hay alguien ahí?


    Fecha: 29/10/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Spintria, Fuente: CuentoRelatos

    8 am.
    
    Poco después de sonar el pitido de su despertador, se levanta de la cama. Es viernes. En principio, a la noche llegará su marido. Lleva toda la semana en Italia por negocios. Y aunque tiene unas ganas tremendas de que vuelva, lo cierto es que no le ha ido nada mal estar sola durante estos días. Anda liadísima con el desarrollo de una nueva app que en breve saldrá al público, y anda ultimando detalles. Todo tiene que estar perfecto para su estreno.
    
    Con los ojos todavía a medio abrir, entra en el baño y se sienta. Hace pipí. Se limpia. Tira de la cisterna al levantarse. Pero no vuelve a ponerse sus braguitas. Las deja en el cesto de la ropa sucia, al igual que su camiseta de dormir con dibujitos de Pocoyó. Después, gira el grifo, dejando correr unos segundos el agua mientras espera sentada, desnuda, al borde de la bañera.
    
    ̶¡Ah! ̶ exclama, al entrar ̶ ¡Qué fría!
    
    Pero unos instantes más tarde, su cuerpo se habitúa a la temperatura. Se relaja. Disfruta las caricias del agua recorriendo su cuerpo desnudo. Acariciándolo. Perdiéndose en ella…
    
    ̶¿Hola? ̶ pregunta tras cerrar el grifo ̶. ¿Hola? ̶ repite de nuevo, esta vez más alto.
    
    Las dudas hacen que agarre una toalla para después secarse y salir de la bañera. Le ha parecido escuchar algo, pero no sabe exactamente el qué. Ni siquiera está segura de si el ruido procedía o no de la calle.
    
    ̶ ¿Alejandro? ̶ pregunta, esperando como respuesta la voz de su marido. Pero solo hay silencio.
    
    Me estoy volviendo ...
    ... paranoica… piensa para sí misma. Desde el lunes está sola en casa, y es una apasionada de las películas de terror y suspense. Cuando llega la noche, son su momento de desconexión. Pero claro, eso trae consecuencias. La cabeza le juega malas pasadas, sobre todo cuando está sola.
    
    Sale del baño con su toalla envolviéndola. Cubre sus pechos, y apenas alcanza a rozar sus muslos, dejando al aire zonas muy interesantes al caminar.
    
    Cruza su dormitorio. Recorre el pasillo, asomándose en cada una de las habitaciones. El despacho. El baño principal. Y acaba en la cocina, en donde tampoco hay nadie. Nada extraño.
    
    Al conectar la radio se escucha un tema de Fito & Fitipaldis. Se prepara un café. Unas tostadas con mantequilla y mermelada. Y mientras desayuna, repasa mentalmente las tareas de la mañana, los mails que tiene que enviar y los contenidos que debe revisar antes de publicar nada.
    
    Recoge y limpia, tras terminar su desayuno, y sale al pasillo, dispuesta a ponerse algo cómodo antes de encerrarse en su despacho. No es plan de ponerse a trabajar con esa indumentaria. En alguna ocasión ya tuvo un descuido, y no se acordó de que iba en ropa interior hasta ya comenzada la videoconferencia. Bochornoso para ella. Delicioso para los demás.
    
    Pero qué… se dice, quedando inmóvil al principio del pasillo. La puerta del armario al final de éste, está entornada. Y está convencida de haberla visto cerrada.
    
    ̶ ¿Hola? ̶ dice, con su voz temblorosa ̶. Voy a llamar a la policía.
    
    A pocos ...
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