1. ¿Hay alguien ahí?


    Fecha: 29/10/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Spintria, Fuente: CuentoRelatos

    ... para evitar que alcance a tocar su coño… Su coño peludo. Muy peludo.... A su marido Alejandro le da mucho morbo, incluso le excita que nunca se quite el vello de las axilas. Por ella encantada, aunque prefiere que él sí vaya depilado por completo. Incluso su desgarradora polla.
    
    Y lo acaricia. Acaricia su coño con delicadeza. Con tanta delicadeza, que consigue hacer que se relaje y deje sus piernas entreabiertas. Ella, no quiere que le haga daño. Él, tampoco desea hacérselo. Y pasa sus dedos. Recorre su raja, arriba y abajo, masajeando su botoncito mágico. Haciendo que incluso llegue a mojarse. Se empapa de sus flujos, a pesar de la situación. O por la situación…
    
    Él se empalma. Está muy caliente. Su polla, cubierta de venas en relieve y dura como un enorme consolador, está más que lista para perforar a su hermosa víctima indefensa. Es la primera vez que hace algo así, y piensa disfrutarlo.
    
    Se tumba sobre ella. Agarra el pollón por su base, y recorre, acariciando con su glande húmedo y rosado, la raja del culo de su prisionera, para finalmente, entretenerse en su ano y juguetear con este.
    
    ̶ ¿Qué dices? ̶ pregunta el encapuchado con voz grave e imponente.
    
    Ella balbucea algo ininteligible.
    
    ̶ Hace días que no te tocan este chochito tan rico… ¿verdad, zorra? ̶ dice él, encarando el pollón a las puertas del coño peludo y jugoso.
    
    Ella, sigue en sus intentos de decir algo. Pero sigue sin entenderse, a pesar de alzar su voz.
    
    Y grita. Grita por miedo, o por ...
    ... placer, cuando la penetra con semejante armatoste. Introduce su polla hasta el fondo de una tacada. Y sigue gritando, o más bien gimiendo, cuando empieza a follársela de ese modo tan salvaje. Aprisionada y con su rostro pegado a la alfombra. Maniatada y amordazada. Víctima de ese bruto enmascarado, haciendo lo que desea con ella. Tratándola como a un juguete. Como a una muñeca inmóvil sin poder de decisión.
    
    Y acelera. Acelera su ritmo. La embiste con fuerza. Con tanta fuerza que avanzan sobre la alfombra a cada penetración. Y ella berrea descontrolada. Rendida por completo. Totalmente entregada a su agresor. A su feroz violador.
    
    Ella se retuerce. Sus espasmos pélvicos y sus gemidos, presos por la improvisada mordaza, advierten al hombre enmascarado. Se está corriendo. La joven zorrita se está corriendo, y lo hace como nunca. Sus contracciones descontroladas. Los temblores sacudiendo todo su cuerpo. Eso le pone aún más cachondo y no va a tardar en correrse. Pero espera, y sigue follándola bien duro, hasta estar completamente seguro de que ella acabó de hacerlo. Y así es. Cuando ella acaba, el hombre saca su arma venosa del interior, para encararla de nuevo a las puertas de ese bonito trasero.
    
    Ella grita, o eso intenta. Forcejea inútilmente, intentándoselo poner difícil. Pero no lo consigue, y acaba siendo también perforada por su culo. A modo de taladro percutor, el enmascarado, tan solo consigue penetrarla en unas pocas ocasiones antes de llegar al inolvidable ...