Un whatsapp imprevisto
Fecha: 30/10/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Catanio, Fuente: CuentoRelatos
... estábamos expresando. Mis padres no estaban y era el momento ideal de intentar follarme a ese chaval que me daba tanto morbo. Tras quedarse un poco cortado con mi invitación finalmente aceptó. Está claro que lo suyo es el mundo virtual, en el cuerpo a cuerpo se acojono un poco, pero bueno, había aceptado y estaba ansiosa por probar.
A la hora acordada, puntual como un reloj suizo, sonó el timbre de mi casa. Fui a abrir la puerta con un sujetador que dejaba a la vista un profundo canalillo, un tanga enano y una bata transparente propia de una peli porno. No quería que se echara atrás en el cara a cara y no dar pie a la duda.
Al abrir la puerta sus ojos se salieron de las órbitas al ver mi modelito y contra todo pronóstico se abalanzó sobre mi dándome un morreo exquisito. Se me humedeció el coño solo con ese beso. Me siguió besando con intensidad a la vez que me empotraba contra la puerta del armario de la entrada. Cerramos la puerta de casa y siguió el beso. Le quité la camiseta, que cuerpazo tenía. A la vez veía como crecía algo debajo del pantalón. Le empecé a comer el cuello y a bajar lentamente para descubrir que escondía. Llegué al pantalón, se lo desabroche y se lo bajé. Debajo de aquel bóxer había algo muy interesante, se lo mordí por encima del calzoncillo y sentí como se estremecía del gusto. Rezaba porque no se corriera sin haber ni siquiera empezado.
Tras lamer eso escondido por encima del calzón se lo bajé y ufff, que polla más rica, gorda y grande estaba ...
... escondida. Se la empecé a comer con suavidad, estaba entusiasmada con mi juguete nuevo. A la vez q se la chupaba cada vez más profundamente no podía parar de pensar en como la sentiría dentro.
Cuando la tenía dura se la agarré y lo arrastré a mi habitación, en ese momento el cogió las riendas. Me tiró en la cama, me quitó toda la ropa, me comió las tetas y bajó a mi coño donde me lo lamió con una exquisitez absoluta, no pude resistirme a gemir. No podía parar de gemir y le grité que me follara. En ese momento me metió la polla, menuda explosión de placer, volví a gritar y eso hizo que acelerara. Yo solo quería que me la metiera y sacara, no podía hablar, solo gemía y gritaba. Mi coño estaba chorreando. Me dio la vuelta y me folló a cuatro patas, me agarró del pelo y me embestía fuerte. Me encantaba, no podía parar de retorcerme de placer. Le gritaba que siguiera y el empujaba más fuerte, me trataba como una zorra, me encantaba.
Cuando me soltó el pelo, lo tiré en la cama, me subí encima de él y empecé a follarlo haciendo sentadillas sobre su polla, sus ojos nos podían disimular que estaba rabioso de placer. Yo también lo estaba, me agarraba el pelo y solo gemía, cada vez más fuerte. El me agarraba las tetas que saltaban arriba y abajo. Me había corrido ya un par de veces y él me dijo que no aguantaba más, me quite rápidamente de encima y le comí la polla hasta que se corrió encima de mis tetas.
Fue el mejor polvo que había echado en mucho tiempo, el verano prometía. ...