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Segunda vez infiel en casa
Fecha: 04/11/2023, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos
... su color me resultó muy sexy. Pasé de la molestia a la coquetería sólo por su piel. Nos sentamos en la sala. Conversamos un par de cosas, creo que me contó que trabajaba con mi esposo en no recuerdo que proyecto y que estaban cerrando no sé qué cosa que debían presentar el lunes. Me di cuenta que me miraba los senos y me di cuenta también que mis pezones estaban duritos, que la excitación había vuelto a subir. Sin buscarlo ni premeditarlo, mi mente estaba ya en modo sexo otra vez. Disfruté el momento y al hablar empecé a mover los hombros, lo que hacía que mis pezones se resalten más tras el polo del pijama. Sentí fluir la excitación en ambos. Decidí ofrecerle un café o un agua. Escogió agua. Me levanté y fui hacia la cocina, sabía que me miraría las nalgas sin que yo lo viera. Supe que se daría cuenta que no llevaba nada debajo del short. Fui por el agua y volví. Al darle el vaso le vi la entrepierna. Con descaro. En ese momento, él me pidió si podía usar el baño. Sé que esa fue su jugada para no arriesgarse a un ofrecimiento verbal que pudiera ofenderme. Le mostré el baño de visita, a unos pasos de la sala donde estábamos. Cerró parcialmente la puerta. Fue tan hábil que desde mi posición podía ver su verga al orinar. Debo reconocer que un genio el tipo. Vi cómo se bajó el cierre del pantalón, como la sacó y como orinaba. El ruido de su orín dentro de la taza terminó de excitarme. La meneo y miró hacia afuera del baño, me encontró hipnotizada. En ese momento él ...
... supo, yo supe, que no había más, que era suya. Me dijo “vienes” y fui. Entre al baño, por alguna razón, quizás instintiva, cerré la puerta y puse llave. Me dijo “chupala”. Al igual que con Alfredo, me arrodillé aprovechando el tapete del baño y comencé a chuparle la verga. Tenía sabor a orines y eso me alocó. Se puso dura muy rápidamente, no era una verga enorme, pero era (como siempre) mucho más grande que la de mi esposo. Sabía que no tenía mucho tiempo y cuando la sentí por explotar le dije “cógeme” y me levanté. Me agarró por la cintura, cerró la tapa del inodoro y me acomodó sobre el mismo. De pie, con las piernas separadas y apoyada en la parte posterior, inclinada hacia adelante. Se puso detrás de mí y sentí como untaba mi coño con saliva. Con sus manos separó mis muslos y me penetró. Uff. Lo recuerdo y es como volver a vivirlo. Estuvo así unos minutos y tuve un orgasmo rapidísimo. Tanto que se sorprendió y me dijo “que puta caliente eres”. No sabía que tenía más de una hora de cibersexo que él había cortado. No se lo dije. Me ordenó que suba a la taza del inodoro. Eso hice. Nunca había hecho algo así, pero una creo que lo tiene pregrabado. Me subí y me puse de rodillas, con el culo bien salido. Volví a sentir su saliva untada con sus dedos, pero ya no en mi vagina, sino en mi culo. Me incliné más hacia adelante y tiré más el culo hacia atrás. Me la metió en una y en ese momento él se puso perro. Comenzó a decirme que era una puta, una zorra, una infiel, una ...