Los cinco sentidos (séptimo capítulo)
Fecha: 05/11/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos
Estaba amaneciendo cuando Tania se despertó, no sabía que hora era pero escuchó a Rodrigo en la cocina. Se levantó y después de lavarse la cara se dirigió hacia donde su marido.
-Buenos días amor -se acercó adonde estaba sentado y lo abrazó por detrás y se besaron.
-Buenos días cariño -la miró con cariño, estaba hermosa así recién levantada. Inevitablemente se acordó de la extraordinaria sesión de sexo que habían pasado juntos hacía escasas horas. Desde que se habían casado sentía que aquella época era la mas intensa sexualmente y los dos disfrutaban de sus encuentros íntimos mas que nunca. -Has descansado?
-Si cariño, me dejaste muy relajada -le sonrió recordando que esa noche de nuevo había tenido bastantes orgasmos en los brazos de su esposo -Te amo cielo.
-Yo también te amo mi vida.
Cuando Rodrigo se fue, se dispuso a ducharse. Definitivamente creo que estoy convirtiéndome en una adicta al sexo, pensó mientras se ponía su ropa de deporte. Aún era temprano y pensó en Braulio.
Le fue fácil superar el muro para encontrarse en el jardín de su vecino y acto seguido ir al lateral de la casa. Levantó la maceta que Braulio le había dicho y bajo el paño de cocina alli estaba la llave. Entró en la casa con cuidado de no hacer ruido y de puntillas fue hasta el salón. Se desnudo totalmente. Escuchó la respiración de Braulio, señal de que dormía profundamente y eso le gustó. Se sintió inmediatamente excitada cuando al meterse en la cama y abrazarlo comprobó que ...
... también estaba totalmente desnudo. El cuerpo de ese hombre estaba caliente. Braulio se movió al sentir su abrazo y ella sintió un irrefrenable deseo de tocar su cuerpo. Sentido del tacto. Siéntete libre en esta casa.
Llevó su pequeña mano al pecho de ese hombre y lo acarició. Le gustó la sensación de acariciar aquellos suaves vellos. Acarició los pezones varoniles y escuchó como su vecino suspiraba. Le acarició el cabello, estaba despierto, en silencio, dejándola hacer. El cuerpo de Braulio se estremeció cuando su mano bajó por su estómago. Ella apoyó la mano sobre su pene y éste se endureció al momento. Se lo acarició, acarició su glande muy suavemente, pasó los dedos por toda la longitud de aquel miembro. Cuando abarcó con su mano los testículos de su vecino estos rebosaban por los lados. Mano pequeña, testículos grandes, era imposible acogerlos por completo. Estaba excitada descubriendo con su mano el cuerpo de aquel señor. Esta vez fue ella la que se estremeció al sentir la mano de su vecino acariciar su espalda, él también deseaba descubrir su cuerpo y ella se movió para facilitarle el trabajo. Suspiros, esta vez femeninos cuando aquella mano abarcó su pecho. Mano grande, pecho mediano. Sintió su teta totalmente dentro de la mano de ese señor. Ella presionaba los testículos, él su teta. Oscuridad total, solo disfrutar del tacto, sin verse. Tania flexionó una de sus piernas, si aquel hombre deseaba descubrir su cuerpo ella se lo iba a facilitar, acarició con su dedo el ...