1. ¡Lástima que estoy casada!


    Fecha: 08/11/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Yasemin, Fuente: CuentoRelatos

    ... tratas de lamerme desde el clítoris hasta el ano. Apuntas tu lengua hacia adentro, sales para entrar en mi vagina. Mis caderas se están moviendo.
    
    Tus manos acarician mis nalgas y entre mis nalgas, mientras tu lengua vaga sobre mi sexo. Me estoy retorciendo de placer.
    
    Te enderezo y me siento cerca de tu cara. Yo marco el ritmo. Me froto contra tu boca, arqueo la espalda para abrir las nalgas. Te vuelves loco, me devoras. Quiero correrme de nuevo.
    
    Mi cuerpo se pone rígido de placer. Sales de abajo para pasar detrás de mí.
    
    Una mano en mi vientre y la otra en mi nuca, me guías para que me agache.
    
    Me penetras, el deseo me descarrila, vienes y vas lentamente, lo sacas para frotarlo contra mi clítoris, luego subes y bajas para que lo sienta en el borde de mi ano, pasas entre mis labios vaginales, entras, sales y luego frotas mi clítoris de nuevo.
    
    Empiezas de un lado a otro de nuevo, acelerando y excitándome cada vez más. Tus caderas y mi trasero chocan, luego disminuyes la velocidad.
    
    Tratas de llevarme al borde del precipicio del disfrute. Te ralentizas. Justo a tiempo, para ...
    ... empezar de nuevo.
    
    Vuelves a frotarme de arriba a abajo, te pido que vuelvas por el otro lado, abriendo mis nalgas. Así lo haces, despacio, un poco, sales, entras, despacio. Poco a poco. Durante este tiempo me acaricias. Se hace una lenta ida y vuelta.
    
    Entonces cuando estoy al borde del precipicio otra vez, te pides que me acaricie hasta el final.
    
    Nos acostamos, mi mano descansa sobre tu pene, y acariciándote te masturbo hasta que te corres.
    
    Te pegas a mí, las caricias se vuelven menos apremiantes, más suaves.
    
    Nos besamos, nos miramos a los ojos, acaricio tu rostro. Me dices que soy hermosa.
    
    Es tiempo de irse. Te vistes y me ayudas a vestirme besando todo mi cuerpo mientras lo cubres. Respiro tu olor. Imprimo en mi memoria el sabor de tu piel.
    
    Salimos del hotel, te tomo la mano. Me acerco y pongo mis labios en la comisura de tu boca.
    
    Sin adiós, solo una mirada para imprimir tu rostro. Una leve sonrisa tuya. Nuestros caminos se separan de nuevo. Quizás en otro momento, o no. ¡Lástima que estoy casada! No importa, hemos hecho un recuerdo único, que nos pertenece solo a nosotros. 
«12»