1. Una mujer muy sensual


    Fecha: 09/11/2023, Categorías: Hetero Autor: rafael44, Fuente: CuentoRelatos

    ... su boca y seguidamente de su escote, tras ese escote podría decirse que se escondían dos pechos grandes y bien puestos.
    
    Aún seguía mirando al rostro de esa gran dama y me acerqué a besarla, no podía contenerme más, era demasiado tiempo el que llevaba observando ha Maylen como si me dijera en sus pensamientos; que estás esperando Rafael, deseo que me beses ya, yo me lancé muy suavemente hacia sus labios y desde ese momento supe que aparte de esa gran amistad que se había forjado días antes en su portal está historia iría aún más allá; así fue, tal como yo lo había pensado.
    
    Me llevó hasta su habitación y allí comenzamos a tener una tarde tórrida y desenfrenada de cariño, amor, fuego sexo y mucha pasión entre los dos, una vez allí desnudos la tumbé sobre su cama y nos pusimos a besarnos sin parar, dábamos rienda suelta a nuestra pasión y fogosidad que corría en esos momentos por nuestra cabeza y disfrutamos de nuestros cuerpos como nadie jamás lo habría hecho.
    
    Entre beso y beso me coloqué entre sus piernas y comencé a lamer y comer de ese gran manjar que tenía entre sus piernas, ella comenzó a jadear y gritar de placer mientras que mi lengua no dejaba de jugar con sus labios y clítoris; ummm siiii, me decía Maylen, no pares Rafael, no pares, yo tenía que hacerla caso y no podía dejar de comer de ese rico postre que está bella señorita me había ofrecido nada más terminarnos la botella de sidra, yo con sus ...
    ... piernas al lado de mis orejas y con mis manos agarrando sus grandes pechos y por mi boca rebosaban los flujos de esta adorable mujer.
    
    Mi herramienta de trabajo ese día me defraudó y no quería trabajar al ritmo que ella y yo necesitábamos; como si mi pene se hubiera cogido un día de descanso, pero nosotros no paramos, seguíamos a lo nuestro, una vez la había comido su rico manjar me coloqué un poco más arriba y comencé a chupar de esas ricas tetazas que tenía, sus pezones estaban duros y podían verse resultones a mis ojos, mis manos agarraban sus pechos mientras mi lengua jugaba con sus pezones.
    
    La besé por todo su cuerpo, una piel blanca, suave, y con algunos lunares graciosos que tenía por su espalda, me encantaba poder tener esa ha esta mujer como si fuera mi pareja; aunque solo fue una gran tarde la que pasamos juntos en su casa, esa fue uno de mis mejores días en muchísimos años, aunque diciendo la verdad, está grandísima mujer hizo que me olvidase de todos los años anteriores en los que había tenido algún rollo o aventura con alguna chica que a día de hoy ya no cuentan para mi.
    
    Maylen hizo que todo mi pasado desapareciese de mi memoria.
    
    Pasadas tres o cuatro horas Maylen y yo habíamos cumplido por ese día pero prometimos volver a vernos para una segunda cita; solo que esta vez la invitaría yo a un lugar donde nada ni nadie pudiese estropear nuestra gran aventura de sexo, amor y pasión.
    
    Fin. 
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