1. Detrás del biombo


    Fecha: 22/11/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    La habitación está casi en penumbras, solo una pequeña lámpara sobre la mesa de noche está encendida.
    
    Estoy sentado en un rincón en la esquina más oscura de la habitación, una mecedora vieja me sostiene. Estoy en silencio, como un depredador que observa a su presa listo para embestir, como un fantasma que espía sin ser visto.
    
    Estoy aquí porque así me lo pediste:
    
    —Siéntate en la mecedora y no hagas ruido
    
    Puedo ver tu inconfundible silueta a través de la tela semi transparente del biombo, veo tu sombra moverse por el espacio que queda entre la madera y el piso. Noto como levantas una a una tus piernas para abrir el cierre de tus largas botas negras, su sonido al abrir es música para mis oídos, sin perder tiempo sacas tu pantalón y lo dejas tirado junto a las botas, en poco tiempo escucho como tu blusa cae al suelo.
    
    Ahora debes estar semidesnuda, solo en ropa interior, cierro mis ojos para imaginar lo que sigue; lo he visto tantas veces, que es como si estuviera ahí dentro contigo.
    
    Ahora tus manos deben estar detrás de tu espalda dejando tus pechos libres, un suspiro de alivio sale de tu boca al sentir la libertad que ese pequeño acto te provoca cada día, casi enseguida tus manos bajan la última prenda esas bragas impregnadas de ti, de tu esencia, de tu olor, aspiró hondo desde mi lugar intentando percibir un poco del aroma que guarda ese pequeño pedazo de tela…
    
    Ya estás completamente desnuda, y yo del otro lado de la tela, estoy duro, muy duro esperando por ...
    ... ti, hambriento por tenerte.
    
    Cuando sales de tu escondite improvisado lo haces sonriendo, caminando lentamente hacia donde sabes que te observo.
    
    Admiro tu figura, esa que tantas veces he recorrido milímetro a milímetro, me concentró en tus piernas, largas y firmes, ágiles y seguras.
    
    Te detienes un poco antes de llegar a mí, casi cuando mis manos pueden alcanzarte, das un giro y caminas alejándote unos pasos de mí, noto tus dotes de bailarina cuando tu cuerpo se inclina hacia delante hasta tocar tus pies con las manos.
    
    La vista de ese movimiento me encanta y me enloquece.
    
    Estoy a punto de levantarme cuando tu voz se escucha, es como si me leyeras el pensamiento.
    
    —¡Quédate quieto O tendré que amarrarte a esa mecedora!
    
    Estoy tentado a volver a hablar solo para estar amarrado ante ti, pero mi sentido común me dice que si hago caso me divertiré más.
    
    Te enderezas y caminas hasta la cama, te sientas en el borde y abres las piernas ofreciéndote como un tributo, desde donde estoy no puedo ver tanto como quiero, la oscuridad y el ángulo de mi lugar me lo impiden.
    
    Muero por levantarme y poder ir hasta ti.
    
    Te ríes de nuevo sabes lo que quiero.
    
    —¡Jajaja! estoy segura que quieres venir y tocarme.
    
    ¡Desvístete y ven!
    
    Me levanté de la mecedora como un resorte, sin perder tiempo me despoje de toda prenda en mi cuerpo hasta quedar desnudo, comencé a caminar con largos pasos para llegar a tu lado pero tu voz me detuvo.
    
    —¿¡Qué haces!? Debes venir a cuatro ...
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