1. Dulce Alexandra


    Fecha: 22/11/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Santiago94, Fuente: CuentoRelatos

    Fue aquel setiembre del 2017 que volví a Lima. Había estado en Alemania desde el 2010, dónde estudié. Estaba volviendo para tomar un puesto importante en la empresa familiar, por lo cual volvía lleno de ilusiones y planes, a mis cortos 23 años.
    
    El recibimiento fue grato, tanto de parte de mi familia, como de viejos amigos. Pasaron unos días y se me asignó mi oficina personal. Estaba acostumbrado a vivir solo, así que decidí asentarme en un departamento. En las idas y vueltas de casa al trabajo, solía ver una señora que vendía dulces de manjar en una esquina, pero nunca me animaba a comprar... Hasta que un día, la vi acompañada de una joven muy guapa. La joven mujer era de tez canela, de cabello un tanto ondeado de color marrón oscuro. Llevaba puesto un vestido simple, no muy largo, que se le ajustaba a un cuerpo con cierta exuberancia, sin llegar a ser voluptuoso. Me llamó la atención pero solo fue eso.
    
    Al día siguiente hice la misma ruta y volví a ver a la misma señora acompañada de la misma joven, la cual llevaba el mismo vestido. Esta vez decidí parar el auto guiado un tanto por el morbo y un tanto por el dulce antojo. Me bajé del auto y me acerqué a comprar aquel dulce, mientras buscaba hacer contacto visual con la joven, quien entregaba a otra señora el manjar. Esperé paciente y finalmente hicimos contacto visual, tenía unos ojos grandes de color caramelo, con pestañas curvadas y cejas pobladas; frente amplia, rostro fino, nariz un tanto larga y delgada, que se ...
    ... ensanchaba sinuosa, con delicadeza; labios rosados, carnosos, muy provocativos.
    
    Me quedé prendido con el rostro tan bien configurado que tenía, con esa carita de niña traviesa y esa sonrisa tan linda que me mostró al saludarme. Fue un corto lapso en el que me mostré un tanto embobado por su belleza, pero además también me quedé sorprendido por el cuerpazo que se manejaba. Era una joven alta, calculaba yo entre 1.70 y 1.75, y sacaba ese cálculo debido a que yo mido 1.85, ambos éramos altos. Tenía un cuerpo como de una mujer de más de 20 años. Senos prominentes, sin llegar a ser grotescos, cintura marcada, caderas anchas, un trasero grande, que llamaba la atención a los transeúntes, piernas largas y gruesas... Ese rostro de niña traviesa y ese cuerpo de mujer caribeña, me estaba jalando el ojo como ninguna europea lo había podido lograr. Cabe indicar que era, tanto la señora como la joven, de origen venezolano. El dejo se notaba y ciertamente lo que vendían era un dulce de su país.
    
    Terminé de comer, agradecí a la señora y le sonreí a la joven antes de irme.
    
    Al llegar a casa me masturbé con el recuerdo del cuerpo de la joven. Fue una de las mejores pajas que me corrí en mi vida, decidiendo pasar al día siguiente por otro dulce, y quizá por algún intercambio más de sonrisas.
    
    Tal cual, al día siguiente volví a pasar, y ahí estaba la guapa joven y la señora. Me acerqué, cuadré el auto y bajé a pedir un dulce. Esa vez pude conversar con ambas. La señora era la tía de la ...
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