1. El reloj de arena


    Fecha: 23/11/2023, Categorías: Hetero Autor: MathewDream, Fuente: CuentoRelatos

    El trabajo, la casa y otras muchas preocupaciones diarias la tenían un poco agotada, pero aun así accedió a pasar la tarde conmigo. Quería que se relajara y se olvidara un poco de todo, así que la invité a tumbarse sobre la cama para descansar mientras hablábamos de nuestras vidas.
    
    Estábamos solos, en una habitación de hotel bastante acogedora. Acostados sobre una cama grande y confortable. Ella tumbada, me miraba mientras me contaba como le iban las cosas. Yo la escuchaba sentado a su lado, haciendo bromas a veces para que sonriera, acariciándole el pelo de vez en cuando y diciéndole algunos halagos, en parte porque me apetecía decirlos y en parte para hacerla sentir mejor.
    
    Después de unos minutos de charla se fue animando y se reía con más facilidad y se acercaba un poco a mí. Yo la contemplaba con disimulo. Sentía una gran atracción por ella, pero quería mostrarme relajado. Me parecía una mujer muy guapa, con una sonrisa que me hacía sentir muy cómodo, unos labios que me seducían y una personalidad y forma de afrontar la vida que me hacía sentir admiración por ella. Todo esto, junto con algunas cosas mas… la verdad, eran motivos suficientes para desearla. Y me refiero a desearla mucho. Tanto como para llenar libros enteros con fantasías intimas que la tuvieran a ella como única protagonista.
    
    Mis palabras y caricias parecían conseguir su objetivo y mi amiga se sentía relajada. Me acerque más a ella y le dije al oído que se acurrucara entre mis brazos. Buscamos una ...
    ... postura cómoda para los dos, pero ella pareció hacerse daño con algo que llevaba en mi bolsillo. Era un reloj de arena que me había guardado allí por la mañana, sacado de un juego de mesa que tenia de mi infancia y me olvide que tenía guardado. Hizo algunas bromas sobre ello… mientras yo dejaba el reloj en la mesita que había al lado de la cama y se refugió echando su cabeza sobre mi pecho. Fue entonces cuando quise que mis caricias fueran aún más tranquilizadoras.
    
    Acariciaba su pelo, sus mejillas, sus brazos y a veces le buscaba las manos para hacerle cosquillas suaves en la palma con mi dedo pulgar. Parecía ahora completamente tranquila y me preguntaba como podía agradecerme aquello.
    
    Supongo que podía haberle dicho que no tenía importancia, que todo lo hacía por ella. Pero se me ocurría algo que siempre me ha parecido un premio perfecto concedido por una mujer como ella. Un beso.
    
    – ¿En la mejilla?
    
    – Bueno… es que en la mejilla duraría muy poquito y yo querría algo mas largo.
    
    – ¿Cómo de largo? – dijo mientras sonreía.
    
    – Es difícil saber cuánto debe durar un beso de premio, pero yo creo que lo correcto es un beso en los labios.
    
    – Umm, vale, pero ya que es tu premio dime cuanto debe durar.
    
    Cogí el reloj de arena de la mesita y miré a mi amiga con una sonrisa pícara.
    
    – El tiempo que tarde en caer toda la arena del reloj, ¿vale?
    
    – Trato hecho.
    
    Me acerque despacio a sus labios mientras daba la vuelta al reloj y lo colocaba a la vista. En el camino ...
«1234...»