PERRO - Relatos Eróticos

PERRO

Entre los que probó suerte estuvo mi amigo pero ella capoteaba a todos, junto a sus dos amigas, asi que yo ni lo intenté, era demasiado para mi, para ligarla, claro, yo pensaba que si la cogiera en la cama seria distinto, pero asi es la vida, pues bien ya llevabamos alli mas de dos horas y era él momento en que ya no va a llenarse aquello as sino a empezar a vaciarse, yo estaba en el filo de la pista mirando cuando ella se acercó y me sonrió ademas de sentir una mirada de deseo, pero claro pronto pensé que era imaginaciones mias, mi amigo ya hacia un tiempo estaba liado con una divorciada cuarentona con ganas de follar esa noche con uno mas joven y xao. mientras que yo me veia marchandome como tantas veces con muchas ganas y nada, pasó el tieempo seguia vaciandose el garito y fuí a llevar la copa vacia a la barra, al dejarla y volverme me di de bruces con ella, me dijo hola, yo quedé mudo ella se presentó, Ana, me presenté dandole dos besos pero sentí como ella pegaba sus tetas a mi pecho, casi me muero allí, no sabia que decir que hacer ella al veerme asi sonrio de nuevo diciendome invitame a una copa lo hice y nos fuimos a sentar, yo paseando junto a ella todos mirandola no me lo creia, ella llevó todo el peso de la conversación pero cuando ya estaba semidesierto mi amigo se habia ido ya, me dijo si la llevaba a su casa pues sus maigas se habian ido, ella es divorciada, la llevé en mi pequeño coche, cuando vi donde vivia supe que economicamente debia estar bien, al parar ...

... el coche, me dijo qu entrara que me invitaba a una copa, yo alucinaba, sin yo hacer nada, me sentia es mas pequeño ante ella y sin embargo estaba teniendo una suerte anormal. Aqui seré mas conciso pues quiero ir a momentos posteriores a esta primera vez, nos sentamos en el sofá los dos, apenas unos sorbos ella me besó, intenté llevar la voz cantante pero ella me levantó y me desnudó, cogio mi polla en su mano, sentí un enorme apretón pero no dije nada, vi un cierto placer al ella apretarme mi verga, tan fuerte, ella estaba totalmente vestida, me dijo al oido, me gusta jugar quieres que juguemos, quiero jugar con la polla que tienes, no imagine que me ibas a dar este regalo, yo simplemente me deje llevar. Ella me dejó desnudo en el salón y volvió al poco con una bolsa deportiva, sacó unas esposas y me las colocó atras sonriendo besando mi mejilla me dejé, después me fué arrodillando y me coloco que mi cuerpo quedo sobre la mesa de madera peuqeña donde antes teniamos las copas junto al sofá, mi caeza quedo sobre la madera como mi pecho y vientre, ella se arrodilló lamia mi cuello mi espalda pero como un animal, mi delgado culo, hasta que sentí como abrochaba unas tobilleras a mis tobillos, quedando totalmente inmovilizado, yo respiraba agitadamente mi cabeza reposando mis ojos cerrados, ella con sus manos tocaba mis nalgas, hasta que empezó a azotarla con sus manos, sentía placer y cierto dolor pero asequible, escuché como se levantaba, unos minutos despues, trastear en su bolsa ...