1. Mi pervertidor - 3ra parte


    Fecha: 13/10/2018, Categorías: Transexuales Autor: Tranyarlethe, Fuente: SexoSinTabues

    ... rápidamente nos cambiamos porque la dueña estaba por llegar. Pasaron dos semanas y casi del diario me cojia mi macho entre cajas y siempre con unas zapatillas diferentes. Cuando llego el primer pago me compre maquillaje, una tanga, fue mi primer prenda propia. En una ocasión en que terminamos de cojer en la bodega, don Genaro me dijo que uno de los ayudantes de la tienda nos había visto y que había amenazado con ir con el chisme a la dueña a menos que accediera a hacerle sexo oral, no sabía que responder ya que si bien me sentía muy puta, no quería estar con alguien diferente a mi Papy don Genaro. Pero él me aconsejo que debía acceder ya que de lo contrario los dos perderíamos nuestro trabajo y aunque a mi no importaba dejar la zapatería pensé en don Genaro que si necesitaba el empleo. Al día siguiente de eso, aquel chico de unos 30 años ya me esperaba en la bodega a las 9 de la mañana, me dijo que me había visto en tacones y con tanga, así que debía usar lo mismo pero con los labios pintados, así lo hice y me hinque como ya sabía hacerlo le toque la verga por encima del pantalón y cuál fue mi sorpresa, se sentía más dura y mucho más grande que la de don Genaro. Metí mi mano a su bóxer y toda mi mano se llenaba de carne, cuando la saque por completo me quedé anonadada. Con mi mano no alcanzaba a cubrir toda la circunferencia de aquel tremendo animalon, era un poco más larga que la de don Genaro pero lo que más me impresionó fue su grosor, con una venas muy marcadas y una ...
    ... cabeza el doble de grande que la de mi macho, pensé que eso no me iba a caber, abrí la boca lo más que pude y solo llegaba a la mitad de aquel enorme tronco, ese chico me decía que ya llevaba tiempo sin coger porque su esposa y él se llevaban mal. Que, si se venía rápido lo disculpara, estaba tan embelezada engullendo esa enorme verga que no me di cuenta cuando don Genaro entro a la bodega, si no hasta que ya estaba acariciando mis nalgas con mi tanga nueva, empezó a besarme y a lubricarme, yo solo me dejaba guiar por ese par de machos, era hermosa la sensación de ser poseída por aquellas vergas. Don Genaro se acomodó debajo de mí y hizo empalarme mientras seguía mamando la verga del otro chico. Fue cuando sentí que me ahogaba del abundante chorro de leche que aquel chico lanzó; sí que tenía tiempo sin eyacular pensé yo. No desperdicie ni una gota y mi papacito don Genaro se levantó y me hizo mamársela también, no vi en qué momento se le volvió a parar al otro chico, pero sentí como me tomo de la cintura para intentar metérmela. De inmediato me zafe porque me daba miedo que aquella cosota me entrara, además de que le pedí al chico que se pusiera condón. Don Genaro me apoyo y pude sentir esa protección que su macho le da a su hembra. El chico me colocó muchísima saliva y poco a poco sentí como me partía el culo en dos, cuando sentí que entró me di un respiro, pero mi macho Genaro me dijo que ya había entrado la cabeza. No lo podía creer, tanto trabajo y apenas había entrado la ...
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