-
Terminé siendo manoseada por el mejor amigo de mi novio
Fecha: 28/11/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Melisse Gllardo, Fuente: CuentoRelatos
... metí entre sabanas y me acosté. Rato más tarde, no habrá pasado ni 3 minutos, siento como un dedo rosa mi trasero, no le tome importancia, intente dormir, a los 2 minutos sentí como esta vez era una mano tímida tocando mi trasero. Mi corazón comenzó a latir súper rápido. Cuando empecé a sentir entre mis nalgas un bulto que se acercaba con delicadeza. Abrí los ojos, ya no podía fingir que no pasaba nada. Alonso era sonámbulo o en verdad estaba deseando tocarme con su amigo al costado, no tenía respeto porque su amigo estuviese ahí en la misma cama. A continuación pensé otra cosa. Es probable de qué esté convencido de que me halló dormida y desee aprovecharse de la situación. De pronto sentí más cerca su bulto entre mi trasero y esta vez era más brusco, comenzando a frotarse, hasta que note un calor cuando el bulto se hundió entre mis nalgas, y sentí como era grande y grueso, porque sobresalía de mi trasero y no llegaba ni a la punta del iceberg, y como separaba mis nalgas por su grosor. Fue entonces comencé a sentirme un poco excitada y confundida. Siguió frotándose hasta el punto que su pene quería salir de su ropa interior, pude sentir como palpitaba entre mis nalgas. Al parecer ya no se conformaba con frotarse entre mis nalgas y comenzó a tocarme el trasero, mientras también tocaba los filos de mi tanga tanteando de donde jalar o tal vez disfrutando de lo obscena que me hacía ver, siguió manoseándome mientras yo me hacía la dormida, Alonso comenzó a tocar más ...
... a fondo, hasta llegar a los labios mayores, sobo unas ocho veces y ya comencé a sentir suspiros de un hombre arrecho, yo también estaba disfrutando, la adrenalina de estar en la misma cama con Javier mientras Alonso me manosea. Alonso fue más allá y ahora extrajo su pene de la ropa interior que ya no aguantaba tremenda monstruosidad, sentí un gran vigor, me estaba empezando a ingerir, pronto no podría simular más, así que aguante lo que pude esperando que Alonso se cansara, sin embargo, Alonso tenía otros planes, porque metió todo su pene entre mis piernas, yo sentía todo ese grosor pasar por debajo. Entonces repentinamente escucho a mi oído, ya no te hagas, eres una putita, estás húmeda por debajo. Dios, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, pero sí, ya no pude fingir más, así que me volteé y le informe que se adecuara a su posición cabeza bajo mis piernas, para poder darle una mamada, y así fue, acepto sin decirme nada con una sonrisa traviesa. Me sorprendí cuando observe tremendo aparato, un grosor excesivo, un tamaño inmenso que cruzaba toda mi cara al ponerlo frente a mí. En ese momento me resultaba imprescindible degustar ese pene, por lo que procedí a besar la punta mientras Alonso experimentaba un inmenso suspiro, además baje al tronco hasta llegar a las bolas, chupe, hasta llegar de nuevo al tronco donde pase toda mi lengua hasta llegar a la punta para después atragantarme con todo su miembro dentro de mi boca. Sin hacer ruido, obviamente o despertaríamos al ...