1. Don Melber (Parte 1)


    Fecha: 29/11/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: NINFOLisa, Fuente: CuentoRelatos

    ... y cenamos tranquilos, obviamente, no paraba de mirar a Don Melber y sentía que me miraba mucho el escote, como quería complacerlo, bajé un poco el vestido para que mis pechos sobresalieran más, captó el mensaje al momento ya que los demás estaban a lo suyo y no se dieron cuenta.
    
    Al terminar de cenar, mi padre dijo que tendría que ir a la casa de Don Melber, he de decir que eran muy buenos amigos. Mi madre se negó a que fuera ya que mi padre ya era mayor y estaba vendado del brazo izquierdo, así que me ofrecí para recoger de la casa de Don Melber las sillas para la fiesta.
    
    - No te preocupes, mamá, yo puedo ir a la casa de Don Melber a recoger las sillas-
    
    -Hija, Don Melber vive a 30 minutos de aquí, y estarás cansada del viaje...
    
    - Tranquila, es mejor que vaya yo, tenemos que cuidar a papá, además vamos en la furgoneta de Don Melber, y así aprovecho para contarle de mis viajes - sonreí para tranquilizarla.
    
    -Está bien, pero no te retrases mucho, el tiempo no es muy bueno y sabes que los caminos son peligrosos cuando llueve y todo se llena de barro y es imposible conducir
    
    Me despedí de mi familia y Don Melber y yo nos subimos a su furgoneta. Al salir ya a las afueras del pueblo, todo era un poco oscuro y de repente empezó a caer unas cuantas gotas.
    
    - Espero no llueva... - dije mirando por la ventana del copiloto
    
    -No pasa nada mi niña, te puedes quedar en mi casa, al ser viudo no tengo una mujer que se ponga celosa - dijo Don Melber dándome una caricia en ...
    ... mi muslo. Era raro decirlo, pero sentir esa mano grande y un poco sudorosa, me calentaba mucho. Después de ese gesto, crucé mis piernas elevando mi vestido y dejando ver más mis muslos.
    
    - Y usted ¿ya no quiere tener otra esposa? He visto que varias señoras como Doña Reme o Doña Clara le sonríen mucho - dije acomodándome un poco más en el asiento.
    
    - Yo solo quiero chicas que puedan aguantar mi ritmo, soy mayor pero las señoras de mi edad no aguantan tanto - bromeó
    
    - Bueno, pero necesitará en algún momento estar con una mujer
    
    - No lo niego, pero prefiero las jóvenes de ahora, son bien chulas para enseñar
    
    - Ya sabía yo - dije sonriendo leve
    
    Llegamos a su casa, y en efecto, a su alrededor no se encontraba nada, a 3 km recién se encontraba otra casa. El interior era de decoración normal, había una foto de su esposa y el salón bastante ordenado. Subimos arriba para recoger las llaves del garaje donde tenía las sillas y al entrar a su habitación vi una gran cama y al frente un televisor y a su lado un mini sofá.
    
    Me tiré en la cama de inmediato. - Perdone Don Melber, pero necesitaba echarme un rato - dije mientras salía del armario y me vio en la cama.
    
    - No te preocupes cielo, iré a ver si tengo un paraguas para ir hacia el garaje
    
    - Yo le espero aquí - sentía calor en mis mejillas por los chupitos de tequila que había bebido con mis primas minutos antes, me senté en la orilla de la cama y miré hacia el armario donde estaba la televisión. Por curiosidad abrí ...
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