1. Diario de Eva (episodio I): Fuera de su liga


    Fecha: 04/12/2023, Categorías: Sexo Oral Autor: EvaManiac, Fuente: CuentoRelatos

    ... a gritarme algo más, a vomitarlo sin reparos. El calor que desprendía su torso desnudo, peludo, desagradable, era ahora perceptible a poca distancia. Aunque también es posible que, tras haberle soltado esa frase a palo seco, fuera yo la que exhalara ese fuego. Lo cierto es que empecé a temblar de los nervios y de pura lascivia. Ya estaba muy cachonda, y mi cuerpo decía “adelante, zorra”. Pero mi cabeza me mandaba a casa. Lo que pasa es que yo, desde los quince, he sido siempre bastante zorra.
    
    -Sí… como en los vídeos del otro día.
    
    -Estás fatal, tía… Vete a casa, anda, antes de que te vea Martín por aquí…
    
    Entré del todo y empujé la puerta a mis espaldas para cerrarla de golpe. No parecía que Antonio supiera muy bien lo que iba a pasar ahora. Quizás lo intuía. Y lo deseaba, sin duda. Pero estoy segura de que no acababa de entender cómo una mujer fuera de su liga, tan lejos de ella en verdad, pudiera estar interesada en recibir su pasión. Es posible incluso que jamás nadie le hubiera ofrecido algo así antes, y por eso fantaseaba tan a menudo revisando los vídeos para sus prácticas onanistas. Aunque claro, yo tampoco era una mujer versada en la dulce costumbre del derrame, de forma que ahí sí que jugábamos ambos en la misma federación.
    
    De pie, impávido, y tras haber asumido que la cosa iba a ocurrir, me permitió acercarme frente a él hasta que casi pude oler la secreción de su sexo dentro de los vaqueros. Éstos no sirvieron para disimular la hinchazón que se le había ...
    ... formado tras los remaches de la bragueta. Me arrodillé en silencio y comencé a desabrochar los botones que todavía le aprisionaban, pero antes restregué con la palma de la mano aquel bulto que empezaba a exigir una salida de emergencia. Antonio estiró su cuerpo todo lo que pudo, echó la cabeza atrás como si no quisiera formar parte de aquello, como si necesitara escapar de la situación que debió parecerle un sueño hecho realidad, aunque en parte también una pesadilla.
    
    Cuando conseguí liberar aquellos ojales y la puerta de tela se abrió frente a mí, introduje la mano para extraer la carne endurecida de Antonio. Salió de forma abrupta, casi en su máxima expresión. El tamaño era inesperado para mí. Siempre había pensado que un tipo con esa estructura tan enjuta no podía calzar semejante trabuco. No estaba precisamente recién duchado, y el olor a sexo que me llegaba de ese paquete era intenso y abrumador. Mostraba ya un pequeño resto de líquido como resultado de su propia excitación, y éste formaba ahora un hilo brillante que procedía del interior de sus bóxers.
    
    -Madre mía…
    
    -¿Qué pasa?
    
    -Nada. Es grande…
    
    Este idiota tampoco parecía consciente de que el tamaño de su verga superaba con creces la media nacional. Ya le gustaría a Martín calzar semejante talla. Rodeé aquel cilindro con una mano e inicié un vaivén húmedo y relajado para conseguir la máxima excitación de Antonio antes de meterme todo aquello en la boca. Los chasquidos de aquella paja, junto al aroma que ...
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