1. La vecina mulata


    Fecha: 05/12/2023, Categorías: Transexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... preparándolo y en el rabo de Shaina.
    
    - ¿La vas a cabalgar?
    
    - Pues claro.
    
    - Vaya par de viciosos estáis hechos.
    
    Me subí sobre la cadera de la mulata y me fui clavando su polla despacio, notando como entraba dentro de mí. Está claro que no era mi primer rabo o no me hubiera entrado algo de ese calibre. Incluso Sara me folla de vez en cuando con alguno de sus juguetes.
    
    Bueno, ya estaba sentado en su pubis con la polla clavada hasta sus huevos. Sara se sentó enfrente de mí sobre la cara de Shaina que no desaprovechó la oportunidad de comerse ese culito y coñito.
    
    A la vez Sara y yo nos besábamos con lascivia y mucha, mucha saliva. Tanta que resbalaba hasta el vientre moreno de Shaina. Yo me agarraba a los pechos de mi chica como si fueran mi salvavidas mientras mi polla dura como una roca apuntaba hacia el vientre de mi mujer.
    
    Diría que los tres gemíamos y suspirabamos pero a la mulata no se le oia nada con la lengua muy ocupada en los orificios de Sara. Con sus manos sujetando con fuerza sus nalgas para separarlas. Mi chica me acariciaba de vez en cuando la polla pero sin la intención de hacerme correr.
    
    Quería reservarme para follarla a ella. Yo no paré hasta que sentí mi culo lleno de semen y aún así seguí un rato más hasta que el tronco que tenía dentro perdió su dureza. Sara que se había adjudicado el papel de maestra de ceremonias nos volvió a pedir un ...
    ... cambio.
    
    - Quiero cabalgarte yo.
    
    Me tumbó boca arriba cerca del borde de la cama con las piernas colgando. Fue ella la que se subió sobre mí mirando hacia mis pies y clavándose mi polla en el culo despacio y sin prisa. Shaina sin que hiciera falta decirle nada supo lo que mi mujer pretendía.
    
    Se arrodilló entre mis piernas para seguir usando su experta lengua con nosotros. Pronto la noté en mis huevos chupándolos como caramelos o subía hacia el expuesto coño de Sara que bien abierta de piernas se lo ofrecía. Sabía lo flexible que Sara podía llegar a ser, pero esa postura solo la había visto en películas porno. A mí no me costaba nada sostener su peso sobre mí.
    
    Todo tiene su final y con la excitación que yo estaba recibiendo llegué al orgasmo. Mi semen rezumaba del ano de Sara y Shaina no desaprovechó la oportunidad lamiéndolo sin dejarla bajar de encima de mí. Yo había pedido la cuenta de los orgasmos de mi mujer aunque tenía más claros los de la mulata y los míos.
    
    Aprovechamos para hacer una pausa y cenar para recuperar fuerzas. Por supuesto que la invitamos a quedarse a dormir y no ha sido la única noche que pasó con nosotros hasta que su exigente trabajo la hizo cambiar de ciudad.
    
    Alguna excursión hemos hecho a verla y a pasar la noche con ella en algún hotel. Incluso la hemos visto hacer un striptease en un club rodeados de otras parejas y de hombres en busca de compañía pagando. 
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