1. Quizás seas tu


    Fecha: 12/12/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... crecer cada día.
    
    Solo era un acercamiento, una Coca Cola, en una mesa desde la que observé sus movimientos, su cuerpo, pechos grandes, cadera generosa, un culo que sería un placer azotar… aunque tuvimos breves momentos para conversar, fue una charla amable, discreta, educada… ella tiene pareja, vecino de la zona, no había por que alterar su vida diaria, esto era su deseo secreto…
    
    Como amigo me invitó a conocer la cocina, los rincones interiores, el personal que se movía por allí, hacía imposible cualquier intento de nada, sin embargo, entre la cocina y la barra había un pasillo, solo usado por el personal, que no era mucho aquella tarde, así que en el momento exacto en que lo atravesaba para salir, me giré la sujeté de la nuca y la hale hacia mí para comer su boca, que respondió hambrienta, y deslizar mis manos palpando, apretando con firmeza sus buenos pechos, una delantera potente, tenéis mi palabra. Fue solo el abrebocas, marche sabiendo que la perra había disfrutado el pasabocas, hambrienta esperaba más.
    
    Unas semanas después regresé, me senté en el local, esperé paciente, ella estaba intranquila, nerviosa, la veía rematar pendientes, era el día que vendría a un habitación de hotel para ser mi sumisa… salimos, subimos a su coche, es de Europa del Este, así que mientras conducía me concentré en ver sus facciones… y apretar sus pechos…
    
    Menudo corte le dio llegar al hotel discreto, y encontrar a una paisana atendiendo la recepción, dudo, de nuevo nos tomamos una ...
    ... Coca Cola, y nos sentamos fuera por un momento mientras ella superaba la vergüenza, mientras estábamos allí sentados (me lo ha contado luego), me observaba llena de nervios, tenía miedo de una experiencia que no conocía, tenía miedo que mi vena dominante la atropellará, incluso tuvo miedo de no satisfacerme, pero el deseo fue más fuerte, nos registramos, así que subimos, y se rindió a su amo.
    
    Lo primero que hice fue orientarla contra la pared, sometiéndola, mientras mis manos recorrían su cuerpo, despojándola de su ropa, su cara se torcía por encima de su hombro derecho para corresponder mi boca, mis labios, mi lengua juguetona, mi cuerpo hacía el resto, siendo más alto, y ancho de espalda, la presión de mi cuerpo la mantenía en su sitio sin escapatoria, solo sentir, retorcerse, besar y susurrar: sí amo, cuando yo mismo soltaba en sus oídos: has venido hasta aquí para ser perra y esclava.
    
    Desnuda y rendida la lleve con firmeza hasta la cama, dónde se puso a 4 patas, altura justa para azotar sus nalgas abundantes, y penetrar su sexo, empotrándola sin miramientos, recuerdo que su rostro estaba enterrado en las sábanas y su manos apretaban tanto como podía abarcar, mientras tanto yo disfrutaba empotrar, retiraba mi cadera y volvía de nuevo a la carga, haciéndola clamar: ¡¡Ah!! Cada vez que empujaba con fuerza la cadera hacia delante.
    
    Me retiré, agarrándola del pelo hacía mí para que girará y se pusiera de rodillas junto a la cama, era el turno de enseñar cómo agradece el ...