1. Desde la terraza


    Fecha: 13/12/2023, Categorías: Voyerismo Autor: AnaLaura27, Fuente: CuentoRelatos

    El fin de semana, hizo mucho calor y aunque en verano duermo totalmente desnuda, me desperté temprano sin poder volver a dormir. Me sentía muy acalorada así que me puse una bata corta de verano que solo uso para estar fresca en casa y sin abotonarla salí a la terraza a tomar un poco el aire.
    
    Como soy de las que no sabe estar sin hacer nada, rápidamente me puse a quitar las hierbas que crecían alrededor de las plantas, arreglé las flores y limpié la terraza para luego poder tomar un poquito el sol.
    
    Lo que no podía imaginar era que desde el edificio de enfrente alguien estaría también despierto a esas horas y que estaba disfrutando de un bonito espectáculo viendo mi corta bata desabotonada.
    
    No sé el tiempo que llevaba observándome en la distancia, pero tampoco es que me importara mucho así que seguí con mi tarea simulando no haberlo visto.
    
    En cierta forma, la situación de verme observada me provocó cierto cosquilleo en el cuerpo y empecé a pensar en todo lo que había hecho desde que había salido a la terraza y lo que podía haber visto este desconocido.
    
    Recordé que estuve inclinada quitando las hierbas e imaginé que seguramente le ofrecí una inmejorable vista de mis nalgas desnudas ya que mi corta bata era una prenda insuficiente para ocultarlas.
    
    También recordé el rato que estuve de rodillas en el suelo de la terraza arreglando las flores, con mi bata abierta de par en par…
    
    Sea como sea, era demasiado tarde para ponerle remedio y dejé que esas ideas me ...
    ... siguieran acompañando mientras terminaba de limpiar.
    
    El sol ya empezaba a calentar un poco y ya era hora de terminar, refrescarme un poco y recostarme en la reposera para broncearme un poquito.
    
    Entré en casa para ducharme y ponerme el bikini y debo admitir…, que recordando a mi desconocido observador, jugué bajo la ducha imaginando que había despertado su excitación.
    
    Ya más relajada me puse una bikini que solo uso cuando tomo el sol en la terraza y acompañada de un jugo, un buen libro y unos lentes de sol me recosté en la hamaca no sin antes comprobar que mi observador ya había desaparecido.
    
    En cierta forma me sentí decepcionada al no poder seguir pensando que ese desconocido me observaba y mientras me ponía el bronceador, empecé a pensar que todo había sido imaginaciones mías y que probablemente nadie me había visto.
    
    Con esos pensamientos me fui quedando dormida en la reposera perdiendo la noción del tiempo y dejando que fuera el sol el que me recordara que era el momento de que me diera la vuelta antes de que mi piel se quemara.
    
    Fue entonces, cuando me di la vuelta para colocarme de espaldas, que me pareció verlo de nuevo. Sentí como mi corazón se alborotaba latiendo con fuerza.
    
    Al estar de espaldas no tenía la certeza de que siguiera ahí, pero mi imaginación de nuevo jugaba con la idea de que me estaría observando mientras yo tomaba sol.
    
    Desabroché el sujetador como siempre hago cuando tomo el sol de espaldas, aunque en esta ocasión me sentía algo ...
«123»