El trío con mi amigo y su hija transexual
Fecha: 15/12/2023,
Categorías:
Transexuales
Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
Mi amigo, Juan, vive con su hijo diez y nueve años, Mario, alto delgado y muy, muy guapo. La madre tras el divorcio se largó y se la dio por desaparecida. Se había ido con su monitor de tenis, Todo un tópico.
Él y yo quedábamos de vez en cuando para ponernos al día. Lo normal era vernos en alguna cafetería y a veces seguir con unas copas.
Una tarde calurosa tomábamos café con hielo en su casa y estábamos solos en el salón. El chico estaba en su habitación.
Cómo siempre comentábamos las cosas de la vida cuando el hijo pasó por allí camino de la cocina.
Llevaba un pantalón de lycra muy ajustado y corto, marcando su culito prieto y respingón y una camiseta amplia con grandes escotes que apenas disimulaba su torso. Sólo lo justo.
Tenía la melena suelta cubriendo sus hombros.
No pude hacer otra cosa que quedarme mirándolo asombrado. Lo cierto es que era un espectáculo precioso.
- ¡Que guapo se ha puesto tu chico! ¿Ya tiene los diez y ocho? Juan.
- Diez y nueve recién cumplidos.
El padre se dio cuenta de cómo lo miraba, ¿con deseo?, creo que era algo evidente. No es que los hombres me atrajeran de forma especial aunque algunas experiencias había tenido de joven.
- Sí, ha crecido de maravilla. ¿Verdad?
Ahora, más maduro, no me consideraba con una sexualidad definida simplemente me exitaba lo que me excitaba.
Tanto siguiendo porno en Internet como con lo que veía en la realidad. Esa temporada andaba bastante cachondo.
El chico tenía algo ...
... especial, algo que me atraía y excitaba. Solo lo veía algunos minutos cada vez que nos encontramos pero esta vez había en él algo distinto. Más suave, más femenino.
Cuando volvía de la cocina su padre le dijo:
- Cariño por qué no le muestras a nuestro invitado lo que puedes hacer, en lo que puedes convertirte, lo que eres.
Me sonreía socarrón sabiendo la sorpresa que me iba a llevar en unos momentos.
- ¿Estás seguro?
- Pues claro. Nos divertiremos. ¿No has quedado hoy?
- No. Soy toda vuestra.
Supongo que todavía obnubilado por su duro culito no me fije en que había usado el femenino para dirigirse a ella misma. Ni en los duros pechitos que asomaban de vez en cuando por los recortes de la camiseta.
Así que en ese momento de distracción ella se giró y volvió a su habitación. Juan me sirvió otro chupito de pacharán que era a lo que habíamos pasado tras el café. Siguió la conversación como si nada hubiera pasado aumentando así mi despiste.
Esa tarde hacía mucho calor en esa casa. Me puso como excusa que el aire acondicionado se había estropeado. Pero aún no sé si todo estaba preparado.
Se quitó la camisa como si nada. Y no es que antes de esa tarde no nos hubiéramos visto desnudos en algunas ocasiones.
- No te importa que me ponga más cómodo. ¿Verdad?
- No. Para nada, como si estuvieras en tu casa.
Sonreí, sin saber muy bien de qué iba todo aquello. Y un poco asombrado por ver su torso depilado.
- No sabía que ahora te quitabas el pelo.
- ...