Mi novia Lena (3): Unos días en la playa con...
Fecha: 15/12/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Jano, Fuente: CuentoRelatos
—Mire, señorita Lena: aparte de otras virtudes, usted es una muy buena arquitecta y además me ha demostrado lealtad y sé que puedo confiar en usted.
—Sí, señor K., usted sabe que sí.
—Mire, se ha ganado unos días de vacaciones extras. Y además, le he alquilado un apartamento en la playa para que disfrute de unos días en el mar.
—Oh, pero usted es muy amable, de verdad!
—Sí, sí, ya lo sé. Usted se va al apartamento este mismo lunes y se quedará allí hasta el jueves. Ah, y todo pagado, no se preocupe por nada.
—Oh, señor K, pero… es que mi novio trabaja esos días. Y yo… sola… no… no sé. Porque… usted no… no podría… no vendría conmigo, verdad?
—No, no, Lena, yo debo trabajar esos días. Aparte que yo soy un hombre casado.
—Sí, ya sé, pero… bueno… yo…
—Venga, verá que usted estará ahí la mar de bien, verá que no se aburrirá y volverá contenta y relajada. Usted se lo merece por lo bien que se portó conmigo. Y por lo bien que trabaja… en todos los sentidos. – y le guiña un ojo.
—Eh… yo… —se ruboriza—bueno, pues gracias. Sí, unos días de descanso y además en la playa siempre vienen bien.
Esta es la conversación que tuvo mi novia con su jefe, el señor K, hace un par de días. A mí me extrañó que le diera vacaciones pero ella me explicó que él está muy agradecido por su trabajo. Así que hoy ella llega al apartamento que le alquiló el señor K y se sorprende de lo lujoso que es. Lo primero que hace es darse una ducha y luego come algo de la nevera que ...
... su jefe hizo llenar para ella. Decide echarse una siesta antes de ir a la playa a media tarde. Hace mucho, mucho calor y ella se desnuda completamente y se tumba en la cama. Tanto detalle y lujo le hace pensar que el señor K por fin le reconoce su valía y nota que eso la excita. Decide masturbarse antes de dormir y se acaricia el clítoris. Se levanta para buscar algo que la ayude a llegar al orgasmo y agarra un calabacín de la cocina. Se tumba en la cama y se mete la punta del calabacín en la vagina, ya muy húmeda y abierta. Empieza a gemir y a suspirar. En eso que oye abrir la puerta del apartamento.
—Eh, mira, la chica ya ha llegado! – dice un hombre elegante en el umbral de la puerta de la habitación.
—Eh? Pero… —ella se levanta de golpe, se tapa con un brazo los pechos y con la mano el sexo, aún con el calabacín insertado. – Quién eres? Qué haces aquí?
—Soy Sandro, guapa! Ya hemos llegado!
—Quién? Pero…
—Somos unos socios del señor K. Y tú eres Lena. Él nos ha hablado maravillas de ti. Y por lo que veo, no ha exagerado! – exclama Sandro admirando el cuerpo de mi novia y fijándose especialmente en el calabacín mojado y en el flujo que resbala por sus muslos. Ella, al darse cuenta de que él mira el calabacín se lo arranca de golpe y eso provoca descubrir su vagina abierta y emitir gran cantidad de flujo.
—Oh, qué coño! – se admira Jonás, que abre los ojos como platos.
—Pero que chica más caliente! – exclama Félix.
—Eres la bomba, Lena! – dice ...