Mi novia Lena (3): Unos días en la playa con...
Fecha: 15/12/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Jano, Fuente: CuentoRelatos
... Ramiro.
—Ay… oh… perdonen, oh, dejen que me vista, aquí hay un malentendido!
—No hace falta que te vistas. Por nosotros estás bien así, verdad? Vaya pivón!
—Sí, sí! – asienten todos.
—Por favor, salgan de la habitación!
—A ver, niña! – exclama Sandro tomando el brazo de mi novia de manera que descubre su pecho – Oh, qué tetas!
—Tienes unos pechos muy bonitos, Lena!
—Ay, déjeme, señor! – aparta su brazo y vuelve a tapar como puede sus senos y se aleja de Sandro hacia el otro lado de la cama.
—Oh, qué culo!
—Ya nos dijo el señor K que tenías un cuerpo magnífico, pero no creía que fuera así de perfecto!
—Y sensual!
—Dejen que me vista y aclaramos lo que está pasando!
—Lena, mujer, no hay nada que aclarar. El señor K nos lo ha explicado todo. Nos ha montado estos días contigo aquí en la playa. Es un premio para ti, por tus servicios de los cuales él está muy contento y agradecido.
—Oh, eso os ha dicho?
—Sí, dice que eres una gran arquitecta y muy… bueno… que te mereces unos días de vacaciones aquí en la playa.
—Bueno, sí, eso me dijo.
—Y que, como eres una chica muy, muy caliente, nosotros pasáramos estos días contigo y cubriéramos todos tus deseos y necesidades.
—Sí, y ya hemos visto que… bueno… —Ramiro mira el calabacín empapado del flujo de mi novia.
—Yo… estaba sola… y…
—No te excuses, es muy natural… viste que tardábamos y… —sin dejar de mirar el cuerpo desnudo de mi novia.
—No, no… yo no sabía… ustedes… el ...
... señor K no me dijo…
—El señor K está muy agradecido con nuestro trabajo como socios y nos premia a nosotros con estos días contigo. Al principio no entendíamos porque sólo habría una chica con los cuatro y no más mujeres, como otras veces, pero él nos dijo que tú eras muy caliente y que te merecías este regalo, estar con los cuatro, que con uno sólo no estarías satisfecha. Y que nosotros seríamos tu regalo.
—Oh… eso dijo?
—Sí, y también nos contó que no nos preocupáramos, que veríamos que eres un pibón y que nos contentarías a todos.
—No, yo… tengo novio… no… nunca le sería infiel.
—Eso no es lo que nos contó el señor K!
—Sí, dijo que… que tú…
—Bueno, que te gusta estar con hombres y poner los cuernos a tu novio…
—Que eras muy puta, vaya! —ríe Félix.
—Oh, qué vergüenza! Eso no… no es cierto! Es solo que… el señor K… yo… él…
—Va, mira como estamos! Al verte así desnuda y tan excitada… —Sandro señala un gran bulto en su pantalón.
—Mira como la tengo! – ríe Ramiro, el mayor de todos bajándose el pantalón y mostrando sus calzoncillos húmedos cubriendo su pene que parece enorme.
—Oh, tápese señor!
—Va, niña, disfrutemos de los regalos. Nosotros de ti y tú de nosotros cuatro.
—Pero, no! Qué se han creído?
—A ver, va, menos charlas. Lena, mira, toma el calabacín y mételo por el culo!
—Ja, ja, ja! Qué bruto que eres, Félix!
—Tu jefe nos ha explicado que lo tienes muy caliente y que te gusta que te den porculo!
—Oh, eso ha dicho? Me ...