1. Cani pollón


    Fecha: 20/12/2023, Categorías: Gays Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos

    ... chupé, lamí sus ingles, olía a sudor, mi mano acariciaba suavemente su polla en un movimiento de subida y bajada, mi lengua recorrió aquel tronco interminable hasta llegar al frenillo, lamí aquel carajo como si estuviera comiéndome un helado, con la punta de la lengua jugué con el frenillo y recorrí todo el borde de aquel cabezón, llegué hasta el agujero, metí la lengua, abrí la boca e intenté tragármela, casi se me desencaja la mandíbula, me agarró del pelo.
    
    -Aaargg.
    
    -Traga maricona.
    
    Aquella polla ocupaba toda mi boca, creí que me ahogaba, comenzó a empujar mientras me tenía agarrado del pelo, se me saltaban las lágrimas y una baba espesa me salía al tiempo que sufría arcadas.
    
    -Vamos maricón.
    
    Movía sus caderas mientras me agarraba del pelo, su polla me pasaba la campanilla y la mantenía unos instantes y yo creía que me asfixiaba.
    
    -Venga maricón, que te voy a petar el culo.
    
    Tiró de mi pelo para levantarme, su polla estaba reluciente de mis babas, saqué del bolsillo de la sudadera un bote de lubricante y la embadurné a conciencia, luego yo mismo me lo puse en el culo, los dos nos habíamos despojado de los pantalones del chándal y estábamos desnudos de cintura para abajo, un vehículo paró a mirarnos y el conductor dijo algo que no oí, el cani lo mandó a la mierda.
    
    Me coloqué con las piernas abiertas y las manos apoyadas en el capó del coche, el joven me agarró por las caderas y puso la punta de su polla en mi ojete, al mismo tiempo que empujaba con ...
    ... su pelvis tiró de mí, yo apreté para facilitar la tarea.
    
    -Aaah.
    
    Un lamento de dolor se me escapó cuando aquella verga me abrió el esfínter, mis piernas se aflojaron, mis rodillas golpearon contra el coche, el dolor recorrió mi espina dorsal haciendo que los vellos de mi espalda se erizaran.
    
    -Ayyy, ay mi culo ayyy.
    
    Continuó empujando, aquella polla se abría paso por mi esfínter dilatándolo como nunca había estado.
    
    -Oh, para, para por favor, para.
    
    -Claro que sí nena, lo que tú digas.
    
    Hizo caso omiso, continuó empujando, clavándome aquel nabo monstruoso en las entrañas hasta los huevos.
    
    -Ay mi culo, ay que me matas, ay.
    
    -Calla perra, no chilles.
    
    Despacio, milímetro a milímetro fue sacando su polla de mi culo hasta casi sacarla por completo.
    
    -¡Plaf!
    
    De un golpe de caderas me la volvió a meter hasta los cojones, mi vientre tembló.
    
    -Ayyy hijo de putaaa, ay mi culooo.
    
    -Plaf – otra embestida.
    
    -Ay ay ayyy.
    
    -Plaf plaf plaf.
    
    -Ay mi culo, ay como me tienes cabrón, ay que no me aguantan mis piernas, ayyy.
    
    Fue cogiendo velocidad, cada vez más rápido, su pubis golpeaba mis nalgas mientras aquella polla perforaba mi culo como un hierro al rojo, era incansable, agarraba mis caderas y me hincaba los dedos, resoplaba furioso, me insultaba y me maldecía, su pene entraba y salía mientras el mío se movía con los vaivenes de su embestida.
    
    -Me corro maricona, me corrooo.
    
    Metió un pollazo que me tuvo que llegar al ombligo, se puso rígido y ...