1. Futuro


    Fecha: 20/12/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    A las siete de la mañana, en cuanto ha sonado el despertador, la candidata a la alcaldía Conchita Dasolo ha abierto los ojos. Aún no es de día, así que enciende la lamparita de noche y apaga el despertador. Conchita mira a un lado de la cama y ve a su marido dormido. Conchita suele acostarse con un pijama short con camisa; sin sujetador por supuesto. Conchita sabe que tendrá un día muy ajetreado; quiere follar para relajarse. Mira otra vez a su marido. Decide follárselo. Conchita retira la sábana, alza las piernas para quitarse los shorts y las braguitas. Primero, piensa, debe empalmar a su marido; así que mete su mano bajo el calzón de este y acaricia la polla. Su marido dice: "Qué". Pero él ya sabe. Mientras la polla va creciendo y endureciéndose, Conchita se quita la camisa dejando libres sus carnosas tetas. Termina por quitarle el calzón a su marido y subirse a él. Coloca bien sus formidables muslos en uve sobre el pubis de su marido y se introduce la polla en el coño. Luego bota. Siente el placer al instante: el clítoris está plenamente excitado y roza estrechamente la invasiva dureza. "Aahh", gime Conchita lastimeramente. "Aahh, aahh", grita ahora. Su marido se deja hacer y jadea complacido. "Aahh", grita más alto Conchita sintiendo ya los primeros espasmos del orgasmo que le está sobreviniendo. "Aahh, aahh, aahh", se desgañita cuando se corre. Se detiene Conchita y se derrumba sobre el torso de su marido. "Oye, ¿te has corrido?", alcanza a decir Conchita; "Sí", la ...
    ... escueta respuesta de su marido. Después se yergue y se sonríe. Desmonta de su marido y se dirige a la ducha pensando en las pretendidas bondades de esta vida conyugal.
    
    "Y sobre todo cuando votes piensa en el futuro". Con estas palabras termina Conchita Dasolo su discurso en el recinto situado en un parque, al aire libre, ante casi quinientas personas. Conchita oye los aplausos y aplaude ella también; oye los vítores: "¡Viva, Conchita!", "¡Viva, Dasolo!"; y ríe mirando a sus seguidores como si los conociese desde siempre. Uno de sus compañeros en la lista electoral, el más joven, el que está más cerca de ella, acerca su cara y le susurra al oído: "Muy bien, candidata". Ella le mira y sigue riendo, feliz. Luego va bajando de la tarima y saluda a diestro y siniestro, repartiendo besos, apretones de manos y abrazos. Sube al coche, que se encuentra aparcado cerca y sube en compañía de otros compañeros y compañeras de partido. "Lo hemos petado", comenta uno de ellos; "Sí, ha sido un buen mitin", dice otra; "Va a ser exitosa esta campaña, veréis", dice otro; "Y si te desabrochases algún botón de la camisa conseguiríamos más votos", dice ese que tenía tan cerca durante su aparición en el auditorio; "Oye, no seas machista", comenta una; "Joder, no aceptáis una broma", replica jocoso el anterior mientras guiña un ojo a Conchita, que baja la vista y observa su escote, donde el canalillo asoma. Conchita advierte: "Para acudir a estos eventos hay que venir ordeñados". Se dirige a los ...
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