1. Futuro


    Fecha: 20/12/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... hombres, claro, y todos se carcajean.
    
    En el despacho, sentada frente al escritorio, Conchita se relaja. Ha comprado un refresco en una máquina expendedora y se lo está bebiendo mientras mira los videos que la gente ha subido a las distintas redes sociales. Se ha fijado en una cosa. Algo que no había notado cuando había estado hablando en público. Su compañero, ese que tenía tan cerca, cuál era su nombre, sí, Alberto, no había dejado de mirarla durante todo el tiempo. Se la había comido con la mirada, literalmente, habiendo repasado cada contorno de su cuerpo. De pronto dio un respingo al oír la puerta de su despacho abrirse y ver la figura de Alberto. "Hola, Conchita"; "Qué tal, Alberto, qué te trae por aquí"; "Tú". Conchita está nerviosa. En fin, Alberto está bueno, pero... "Mira, Alberto, soy una mujer casada"; "¿Y?". "¿Y?", eso mismo se pregunta ella. Entonces piensa en las palabras que Alberto pronunció durante el trayecto en el coche y se desabotona un botón de la camisa, sólo uno. Gesto que Alberto interpreta como una aceptación y que le hace avanzar unos pasos harta estar frente a ella. La mesa los separa. Ella se levanta de la silla y rodea el mueble hasta situarse junto a él. Él adelanta sus manos y continúa la labor de desabotonar la camisa que ella había empezado. Cae la camisa al suelo y la sigue el sujetador. Lo siguiente es que Alberto ha metido su cabeza entre las tetas de Conchita y se las está chupando y mordiendo con hambre atrasada mientras susurra: ...
    ... "Conchita, Conchita". Las hermosas tetas de Conchita se funden con los labios de Alberto y los oscuros pezones humedecidos por la saliva despiertan. Está excitada Conchita y busca la polla de Alberto. Para ello se arrodilla y le baja el pantalón y los calzones. Sale la polla pujante; es una polla grande y preciosa, como nunca había visto a sus cuarenta y cuatro años; y Conchita no duda ni un segundo en abarcarla con la boca y mamarla. Suenan las chupadas de Noelia en el despacho, suenan los suspiros y jadeos de Alberto. "Oh, sí, Conchita, sigue, sigue, oohh". La lengua se Conchita se mueve por el glande, por el frenillo. Conchita da por hecho que Alberto se va a correr porque la dureza de su polla así se lo indica, así que acaba por engullir la polla y empujar hasta que siente el chorro caliente en su lengua. "Uff, Conchita, qué bien la chupas", le dice Alberto cuando la ayuda a incorporarse sujetándola por las axilas; "Gracias, Alberto", sonríe Conchita picarona. Alberto le planta una serie de besos más en las tetas como muestra de cariño y dice: "Ganaremos, candidata".
    
    No han ganado, ni mucho menos. Conchita se retira cansada a su casa después del recuento y se abraza a su marido, que la consuela. Conchita se desnuda en el dormitorio conyugal y se apresta a recibir la polla de su marido. Exhibe ante un espejo su cuerpo bien formado provisto de las curvas necesarias para que un hombre se excite. Se acuesta, se abre de piernas y espera. Pero no es su marido el que entra y se ...